Camino Portugués

27 Etapas | 620km

Descubre el Camino de Santiago Portugués, la Segunda Ruta Más Transitada

Desde Lisboa, dibuja una línea de sur a norte que pasa por importantes ciudades y villas lusas, como Santarém, Coímbra, Oporto, Barcelos, Ponte de Lima y Valença do Miño, hasta cruzar el puente internacional sobre el río Miño y entrar a Galicia por la localidad de Tui. Ya en tierras gallegas, el trazado recorre toda la provincia de Pontevedra hasta llegar a la ciudad del Apóstol.

Mapa del camino portugues

Nuestros viajes del Camino de Santiago Portugués

Información de la Ruta Portuguesa

¿Dónde empezar el Camino Portugués?

El Camino Portugués tiene su punto de inicio en la capital lusa. Desde aquí hasta Santiago de Compostela hay aproximadamente 600 kilómetros. Si deseas realizar la ruta completa, deberás disponer de al menos un mes para completar las 27 etapas.

Sin duda será una aventura espectacular en la que te sumergirás de lleno en la cultura e historia de Portugal hasta llegar a su tierra Galicia, dos tierras hermanas que comparten muchas similitudes.

Oporto es la ciudad por excelencia para comenzar el Camino Portugués. Desde este punto, la presencia del Camino se hace más evidente al encontrarnos una mejor señalización y variedad en los servicios ofrecidos al peregrino.

Desde Oporto a Santiago de Compostela tendrás por delante 240 kilómetros, que podrás recorrer cómodamente en 12 etapas.

Si dispones de poco tiempo para hacer el Camino Portugués, Tui es el lugar perfecto para comenzar. Desde este punto tan solo tendrás que recorrer 120 kilómetros hasta Santiago de Compostela, perfectos para unas vacaciones de una semana. El tramo gallego de esta ruta tiene todo lo necesario para que disfrutes de una experiencia extraordinaria: la mejor gastronomía de las rías, vinos denominación de origen, preciosos paisajes de viñedos y campos de cultivo y una gran riqueza histórica y monumental.

Mapa del Camino Portugués

Historia de la Ruta Portugesa

El Camino Portugués comenzó a desarrollarse en la Edad Media, aprovechando las rutas fluviales, marítimas y terrestres trazadas por los romanos y musulmanes. Su origen puede estar, según algunos historiadores, en un camino político de reconquista y expansión del reino de León. Pero lo cierto es que cuando Portugal surge como reino independiente de Castilla y León ya existían dos rutas consolidadas que unían las ciudades de Coimbra y Santiago, una por tierra y otra por mar.

Es por esto que las rutas fluviales y marítimas fueron las más utilizadas, ya que permitían desplazarse con mayor rapidez. Pero en ocasiones estas vías no podían ser utilizadas debido a grandes temporales, por lo que comenzaron a afianzarse los itinerarios terrestres.

Sin lugar a dudas, el gran acontecimiento que consolidó el itinerario terrestre de la ruta portuguesa fue la peregrinación de Isabel de Portugal, conocida como Rainha Santa, en el siglo XIV. En su testamento, la reina destinó una importante partida al mantenimiento y desarrollo de hospitales de peregrinos en el Reino de Portugal, algo que supuso una gran mejora en las vías de peregrinación y sus infraestructuras.

Otro aspecto que ayudó a consolidar el Camino de Santiago Portugués fue la presencia de la Orden de los Caballeros de Santiago en Portugal. Esta orden, defendía la frontera de Extremadura y ofrecía protección a los peregrinos, haciendo el Camino mucho más seguro.

Los peregrinos que realizaban este recorrido eran en su mayoría portugueses, pero también hubo un gran número de peregrinos europeos de diferentes naciones.

Finalmente, podemos hablar de un período de decadencia del itinerario portugués y un posterior resurgimiento. Este nuevo auge se produce a finales del siglo XX, siendo prácticamente paralelo al del Camino Francés. Gracias al empeño de instituciones públicas y de asociaciones de peregrinos de Galicia y el norte de Portugal se comenzó a señalizar, recuperando el itinerario del conocido como Camino Central. Al poco tiempo se fueron sumando otros itinerarios como el Camino Portugués por la Costa y el Camino de Interior, así como otras vías alternativas. El éxito de esta revitalización fue tal que la ruta portuguesa se ha convertido en el segundo itinerario más frecuentado del Camino de Santiago, por detrás del Camino Francés.

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