Imagina que el Camino de Santiago te regala un último alto en el camino donde la historia, la leyenda y la naturaleza se dan la mano. Ese lugar existe y se llama Santiaguiño do Monte, un rincón verde a las afueras de Padrón, a su paso por el Camino Portugués, que huele a roca húmeda, hojas de roble y tradición jacobea. Aquí, entre peñas milenarias y el murmullo constante de una fuente que muchos consideran milagrosa, el peregrino siente que el pasado late bajo cada piedra y que la meta de Compostela está un poquito más cerca.

En las siguientes líneas te contaremos por qué este pequeño santuario cautiva a quien lo visita: su vínculo con el Apóstol Santiago, la ermita que custodia siglos de devoción, la casa donde vivió el ermitaño y esa romería veraniega que convierte la ladera en una fiesta de fe, música y sabor gallego. Ponte cómodo, ajusta la mochila… ¡y acompáñanos a descubrir Santiaguiño do Monte!

Santiago Apóstol predicando

Santiago Apóstol predicando, una escena de la tradición jacobea

¿Qué es Santiaguiño do Monte?

En el monte San Gregorio, a pocos minutos del casco histórico de Padrón, y situado en el Área Recreativa Santiaguiño Do Monte, late un santuario peculiar que combina devoción, historia y naturaleza. Se trata de un recinto al aire libre con raíces muy antiguas: primero fue castro prerromano, luego lugar de culto romano y, desde la Edad Media, enclave jacobeo. El conjunto lo forman una pequeña capilla de granito, un manantial considerado milagroso, un grupo de peñas enormes que actúan como mirador natural y la sencilla Casa del Ermitaño. Todo ello rodeado por robles, castaños y la omnipresente humedad del valle del Sar, que confiere a la piedra un tono verdoso y resbaladizo.

Cruceiro del Albergue de peregrinos de Padrón

Dejando atrás el Convento del Carmen y el albergue de peregrinos de Padrón, en ascenso, encontraremos el Área Recreativa de Santiaguiño do Monte

Relación de Santiaguiño do Monte con la leyenda Jacobea

Según la tradición, hacia el año 40 d. C. el apóstol Santiago recorrió la zona evangelizando a sus gentes. En lo alto de estas rocas habría predicado su último sermón antes de regresar a Jerusalén. El célebre milagro del agua —golpear tres veces la piedra con el báculo para que brote un manantial— quedó grabado en la memoria popular y transformó el lugar en meta de promesas y ofrendas. A finales del siglo IX, cuando se descubrió el sepulcro en Compostela, Santiaguiño se consolidó como parada previa obligada para los peregrinos que seguían la antigua vía romana XIX.

Además, en el entorno de Santiaguiño do Monte se encuentra el Campo da Barca, donde se cree que arribó, exactamente, la Barca del Apóstol, según estudios arqueológicos recientes. Tras la Predicatio del Apóstol en Santiaguiño do Monte y Padrón, esta villa fue también testigo de la Traslatio o traslación y llegada de sus restos mortales tras su martirio por decapitación en Palestina.

Escena sobre la Traslatio del Apóstol Santiago

La predicación y la Traslatio del Apóstol tienen en común Padrón como escenario

¿Qué ver en Santiaguiño do Monte?

Antes de detallar cada rincón, imagina Santiaguiño do Monte como un pequeño universo donde la espiritualidad y la naturaleza conviven en perfecta armonía. Al subir sus escalones de piedra te aguardan miradores, leyendas y rincones cargados de historia que convierten una breve parada en una experiencia inolvidable.

Promontorio del Apóstol

Un sendero de piedra lleva hasta un caos granítico espectacular. Al coronarlo, el viento del atlántico se cuela entre las grietas y el peregrino encuentra un cruceiro y una estatua de Santiago con gesto protector. En tiempos pasados los peregrinos subían los peldaños de rodillas y se deslizaban por tres boquetes de la roca llamados Gloria, Infierno y Purgatorio.

La tradición popular cuenta que el propio Santiago abrió estos agujeros para escapar de sus perseguidores: la piedra se ablandó para que pudiera esconder en ella la cabeza y el brazo derecho, aunque algunos dicen que en realidad son las huellas de su caballo. Quien lograba atravesar en vida los tres pasadizos quedaba absuelto de sus pecados; de lo contrario —igual que en Santo André de Teixido— tendría que completar el rito después de morir. Incluso, cerca de este conglomerado de rocas, además, se encuentra una identificada como la “cama del Santo” o lecho de piedra donde descansaba el Apóstol.

Peregrinos en las Piedras Santas de Santiaguiño do Monte

El Promontorio del Apóstol y sus Piedras Santas son de visita inexcusable para peregrinos

Ermita

La capilla actual data del siglo XV, aunque se intuyen muros anteriores. Es un rectángulo de muros gruesos, techumbre a dos aguas con teja vieja y un campanil sencillo donde se alza una campana que sólo suena en fechas señaladas. El interior conserva una imagen pétrea del Apóstol vestido de peregrino y un pequeño retablo de madera policromada. Sobre la puerta principal, una fecha esculpida —“1895”— recuerda la última gran restauración.

Muy interesante es el altorrelieve exterior que recuerda la escena de la conversión y bautismo de la Reina Lupa, otro personaje de la leyenda del Apóstol, por parte del mismo Santiago.

Fuente

Justo al pie de la capilla, casi escondido entre helechos, el agua brota en una pileta labrada directamente en la roca. Es fría y ligeramente ferruginosa, y quien bebe o se lava la cara allí lo hace porque se cree que limpia todos los pecados.

Ermita de Santiaguiño do Monte

La Ermita de Santiaguiño do Monte también se conoce como Capilla del Ermitaño. A su lado, se sitúa también la Casa del Ermitaño.

Casa del Ermitaño

Adosada al costado norte se alza una casa de planta rectangular, tejado de losa y balconcillo de madera. Durante siglos residió aquí el guardián del santuario, encargado de limpiar el entorno, tocar la campana y acoger a los peregrinos pobres. En los años treinta del siglo pasado se habilitó una cocina popular para dar caldo a los romeros; más tarde cayó en desuso. Hoy se estudia convertirla en centro de interpretación, con paneles sobre la arqueología local y la ruta del río Sar.

El Pedrón de Padrón y la vieira

Junto al aparcamiento verás la réplica del Pedrón o ara romana dedicada a Neptuno, cuya original se puede visitar en la Iglesia de Santiago de Padrón. En su basa se lee aún «NO ORI ESES DSP», interpretado como “Neptuno Orieses de suo posuerunt“, es decir, “los irienses lo erigieron a sus expensas en honor a Neptuno”. La tradición cuenta que en esta piedra grande o “pedrón” amarraron la barca que traía el cuerpo del Apóstol, la conocida como Traslatio, y que de ella proviene el nombre de la villa, Padrón. Además, sobre ella destaca una gran vieira, recordatorio de la llegada por mar de Santiago y emblema que todo peregrino cose a su mochila antes de la etapa final.

Réplica del Pedrón

La réplica del Pedrón se puede ver en distintas partes de la villa de Padrón

Romería

El 25 de julio, fiesta del Apóstol Santiago, un repique de campanas anuncia la salida de la procesión desde la iglesia de Santiago de Padrón. La imagen del “Apóstol Parrandeiro”, vestida con túnica roja y sombrero de ala ancha, avanza entre cánticos, gaitas y olor a incienso. Tras la misa campestre comienza la comida popular: mesas corridas bajo los carballos, pulpo á feira humeante, empanada de maíz, pan de maíz y vino tinto del Ulla; vamos, lo mejor de la gastronomía gallega. Por la tarde hay bailes tradicionales, concursos de regueifas y una subasta de productos del campo cuyos beneficios se destinan a mantener el santuario. Algunos romeros, para ganar indulgencias, suben descalzos los 136 peldaños que conducen a la capilla.

Pedrón en la Iglesia de Santiago de Padrón

Además del lugar santo de Santiaguiño do Monte, has de visitar también el Pedrón original en la Iglesia de Santiago

En definitiva, Santiaguiño do Monte es mucho más que un alto pintoresco en la última etapa del Camino Portugués: es un abrazo entre la fe y la naturaleza, un recuerdo vivo de la predicación del Apóstol y una ventana privilegiada a las tradiciones gallegas. Subir sus peldaños de piedra, beber de su fuente milagrosa y dejarse envolver por el sonido de las gaitas en la romería es una experiencia que conecta pasado y presente, cuerpo y espíritu.

Si tu ruta pasa por Padrón, reserva un ratito para este santuario, la Iglesia de Santiago y consigue tu Pedronía, otro certificado jacobeo especial en Padrón. Y ya lo sabes: si necesitas ayuda con la logística o simplemente quieres exprimir al máximo la visita, aquí estamos para acompañarte paso a paso. ¡Buen Camino y nos vemos en Santiaguiño do Monte!