Información sobre O Cebreiro
La aldea de O Cebreiro está situada en la comarca de Os Ancares Lucenses, un bello paraje natural declarado Reserva de la Biosfera. Este lugar constituye la primera parada del Camino Francés en Galicia, y a pesar de su reducido tamaño, cuenta con todos los servicios para el peregrino, y es uno de los pueblos más bonitos del Camino de Santigo.
Como si de un cuento se tratase, esta pequeña aldea nos evocará tiempos pasados, ya sea por sus calles empedradas, sus construcciones tradicionales, el ambiente celta que se respira, o las espectaculares panorámicas de los verdes montes de Os Ancares y O Caurel. No nos extraña que sea considerado por muchos como uno de los pueblos más bonitos de Galicia. Así que si estás pensando en visitarlo, no lo dudes porque te aseguramos que te vas a enamorar.
Qué ver y hacer en O Cebreiro
Pallozas
Las pallozas son un perfecto testimonio tangible de cómo era la vida en las montañas de esta parte de Galicia. Están formadas por un techo de paja muy tupido, que soporta el peso de las intensas nevadas y vientos en invierno, manteniendo el calor. En su interior, nos sobrecoge imaginar cómo era la vida diaria. Por norma general estaban divididas en habitación, cocina y establo. Sí, los animales convivían con la familia para estar protegidos de las heladas y, al mismo tiempo, su propio calor corporal hacía de calefacción.
De las cuatro pallozas que forman el conjunto etnográfico de O Cebreiro, hoy en día podemos visitar tres: la palloza de Xan López, convertida en Museo Etnográfico, la de Quicio y la de Galán, además de otra utilizada como almacén, la palloza de Campelo.
Museo Etnográfico de O Cebreiro
Se encuentra en el interior de la Palloza de Xan López. Es una visita muy recomendable ya que te dará la posibilidad de ver una auténtica palloza por dentro. En ella se puede apreciar el armazón del techo y otros elementos como la lareira o lugar donde se hacía el fuego, la zona en la que estaba el ganado, muebles y otros objetos de la vida cotidiana en la montaña lucense.
Iglesia de Santa María la Real
Es el principal monumento histórico de la localidad. Se construyó en el siglo IX en estilo prerrománico. Es la iglesia más antigua que se conserva de forma íntegra en la ruta jacobea. En su interior podemos ver una imagen de Santa María la Real y una pila bautismal del siglo XII. Se conserva también el antiguo cáliz románico asociado a la leyenda de la Eucaristía y un relicario donado por los Reyes Católicos. El lugar también alberga la tumba del párroco Elías Valiña, promotor del Camino Francés.
La leyenda del milagro de O Cebreiro
Por el año 1300 un campesino, Juan Santín, que vivía en un pueblo que distaba media legua de la iglesia de O Cebreiro, la aldea de Barxamaior, era tan devoto que no cesaba de ir a misa por la lluvia, el viento o el frío. Un día se desató una furiosa tormenta y el sacerdote de la iglesia pensó que ningún fiel acudiría. Al entrar solamente Juan se burló de él y exclamó «¡Cuál viene este otro con una gran tempestad y tan fatigado a ver un poco de pan y vino!» y dijo que su presencia «no había merecido la pena». Dios, entonces, para castigar la falta de fe y caridad del curo, cuando estaba consagrando el pan y el vino, realizó el milagro de convertir la hostia y el vino en carne y sangre.
Se cuenta también que los dos enterramientos que hay dentro de la iglesia pertenecen al campesino y al fraile, así como que la imagen de la Virgen ladeó la cabeza para contemplar el milagro.
Una de las leyendas del Camino que los peregrinos alemanes divulgaron. Como curiosidad, desde entonces el cáliz forma parte del escudo de Lugo.
El queso de O Cebreiro
Pero si algo gusta de O Cebreiro, sin duda su queso con denominación de Origen Protegida. Se trata de un queso fresco, de pasta blanda y granulosa, con un sabor ligeramente ácido que ha conquistado a los chefs más afamados del mundo.
Además de su extraordinario sabor, llama la atención su peculiar forma de seta o de gorro de cocinero. Esto se debe a que, antiguamente, se prensaban el queso colocando una piedra encima de la cuajada. Hoy en día aunque esta técnica ya no es utilizada, aún sigue conservando su forma tan característica.
La escultura de la mujer peregrina
En el mirador que encontramos al principio de la aldea, podemos ver una escultura de bronce que representa a una mujer descansando de espaldas a las montañas leonesas. Sería una estatua de peregrinos más de no ser porque es la primera representada por una mujer.
La escultura fue realizada por Miguel Couto y se instaló en O Cebreiro en el año 2018, con la intención de hacer más esculturas y colocarlas en todo el trazado del Camino Francés.
El Hórreo de O Cebreiro
No podéis iros de O Cebreiro sin visitar su mítico hórreo, hoy reconvertido en tienda en la que también despachan bebidas. Está situado muy cerca de la estatua de la peregrina.
Los hórreos en esta parte de Galicia tienen una tipología diferente al resto de la comunidad. Cuentan con planta cuadrada y tejado de paja similar al de las pallozas, y están elevados sobre cuatro pies para evitar que los animales pudiesen acceder. Su función era muy importante para las familias ya que les permitía guardar las cosechas y los derivados de la matanza. Hoy en día se siguen utilizando con la misma función.
Alto de San Roque
A pocos kilómetros de O Cebreiro y en pleno itinerario de la etapa O Cebreiro – Triacastela, encontramos el Alto de San Roque, a 1.270 metros de altitud. Aquí se encuentra otra imponente escultura, el Monumento al Peregrino, una de las más emblemáticas de todo el Camino Francés. La imagen, creada por José María Acuña, representa a un peregrino de la Edad Media luchando contra las inclemencias del tiempo.
Nieve en O Cebreiro
Además de todo lo anterior, la aldea de O Cebreiro también es famosa por la nieve. Debido a su altitud, es uno de los puntos de la comunidad en los que nieva con más frecuencia. Por este motivo personas de todas partes de Galicia se acercan al pueblo para disfrutar de un divertido día en familia, jugando con los trineos y haciendo muñecos de nieve. Lo cierto es que si ya de por sí la aldea es mágica, verla nevada es todo un placer para los sentidos.