Información sobre Castrojeriz
Castrojeriz es una villa de la provincia de Burgos que además se ubica en el Camino Francés. Su situación es curiosa, ya que se encuentra a los pies de un cerro dominado por los restos de un castillo. En este pueblo se conservan diferentes monumentos y ruinas que recuerdan su importancia en otros tiempos. Un bello lugar para transportarte a otra época.
Qué ver y hacer en Castrojeriz
El Castillo de Castrojeriz
El famoso castillo parte de una primitiva construcción visigoda que fue adaptándose al terreno en sus diferentes ampliaciones. Fue un lugar marcado por las luchas entre Alfonso el Batallador y doña Urraca y en él estuvo encarcelada Leonor de Castilla, reina de Aragón. Desde el año 2013 se encuentra habilitado para recibir visitas turísticas, por lo que se encuentra en buen estado de conservación en general, con algunas zonas en ruinas.
Las ruinas del Convento de San Antón
El Convento de San Antón está a solo 3 km de Castrojeritz, en el camino de llegada a la villa. La entrada a la iglesia se hacía a través de una portada con seis arquivoltas totalmente adornadas de estatuas. Esta entrada estaba protegida por un arco elevado del siglo XVI. Lo curioso es que aquí se realizaba la cura del mal del fuego, enfermedad que se extendió en la Edad Media. En la actualidad se pueden ver buena parte de las ruinas y partes bastante bien conservadas.
Villasilos
Se presenta con un núcleo urbano agrupado, su edificio arquitectónico más importante es la iglesia de San Andrés, levantada en el siglo XVI. Es obra de diferentes arquitectos de prestigio, entre los que destacan los maestros de Trasmiera (Cantabria), Juan de Robles y Juan del los Helgueros. Se trata de una edificación de estilo gótico con muchos elementos renacentistas y el conjunto es uno de los más bellos de la comarca.
Las plazas del Fuero y Mayor
Los viajeros se encontrarán un par de plazas de interés en esta villa. En la Plaza del Fuero se encuentra una escultura dedicada al fuero de la Villa. El Fuero de Castrojeriz es conjunto de derechos y privilegios otorgados a la villa en el año 974 por García Fernández, conde de Castilla, uno de los primeros del reino de Castilla. Por su parte, la Plaza Mayor se presenta con uno de sus lados porticados en los que se pueden ver algunas columnas del siglo XVI. Aquí también se encuentra el edificio del Ayuntamiento.
