Información sobre Larrasoaña
Larrasoaña es un pequeño y tranquilo pueblo pirenaico con poco más de 130 habitantes y parte del municipio de Esteríbar, ubicado en el Camino Francés. Aquí se puede disfrutar de una estancia acogedora, un entorno muy tranquilo rodeado de naturaleza y un ambiente pacífico. Su pasado medieval ha dejado un rastro de interés para el visitante y la gastronomía propia de Navarra dejará buen sabor de boca a todo viajero con buen paladar.
Qué ver y hacer en Larrasoaña
Visita a la parroquia de San Nicolás de Bari
Esta parroquia se encuentra en el centro de la población. En ella se alza una construcción de una nave única con cabecera recta y una torre a los pies. Este templo aun conserva algunos elementos de la primitiva construcción gótica y es una visita muy interesante en el paso por esta villa.
La Ermita y Hospital de Santiago
Se trata de una antigua cillería dependiente de la colegiata de Roncesvalles. La construcción presenta una planta rectangular que está jalonada por cinco pares de contrafuertes. El caserío tiene una estructura muy característica de los pueblos camino que atraviesan la ruta jacobea. Se desarrollan a ambos lados de la calzada casonas, algunas se muestran muy identificativas de su origen medieval y otras muestran aleros y labra de sillares del siglo XVIII.
El puente medieval de los bandidos
El puente medieval de Larrasoaña se conoce coloquialmente como el de los bandidos. Según la leyenda, por esta construcción solía merodear una pandilla de ladrones disfrazados de peregrinos. Estos perpetraban robos contra los auténticos romeros, hoy es un relato casi mitológico. Se alzó en el siglo XIV y se ubica sobre el río Arga.
La Ermita y Hospital de San Blas
Al cuidado del antiguo centro estaba una beata, una religiosa o un casero, no queda todavía claro, encargados de dar cobijo a los peregrinos. Se tienen algunos datos de esta edificación gracias a un documento del archivo del obispado de Pamplona, fechado en 1695. En el año 1640 se conoce que había en este hospital solamente tres camas y que su actividad fue poco a poco decreciendo. Un recuerdo histórico para contemplar en esta villa.
La gastronomía
Para el viajero hambriento no habrá problema en la zona de Larrasoaña que presenta embutidos de una gran calidad. Además, también se puede caer en la tentación de la tradición repostera de Navarra con su leche frita, con los canutillos rellenos de crema o la cuajada. Un estupendo plan para llenar el estómago y disfrutar de la calma de este pueblo con otro pequeño placer al alcance del visitante.