Información sobre Astorga
La capital de la comarca leonesa de la Maragatería ofrece un rico legado medieval, fruto de su ubicación en un cruce de caminos: el Camino Francés y la ruta Vía de la Plata. Su recinto amurallado conserva iglesias, conventos y hospitales de peregrinos, que trasladan al viajero a la más pura tradición jacobea. Sobresale también en su trazado urbano una obra cumbre del arquitecto modernista Antonio Gaudí: el Palacio Episcopal. Astorga es, además, una buena oportunidad para disfrutar de la riqueza gastronómica de estas tierras. Su casco histórico ha sido declarado Bien de Interés Cultural.
Astorga aparece en la confluencia de dos importantes rutas. La más antigua de ellas, la ruta Vía de la Plata, remonta su origen a la época romana. Siguiendo este itinerario (Gijón-Sevilla) se transportaban los metales extraídos de las minas del norte peninsular a los puertos comerciales del sur. Durante la Edad Media fue recorrida por tropas árabes y cristianas, en tiempos de conquista y reconquista. Excelente vía de comunicación durante siglos, se convirtió en senda de peregrinación hasta Santiago de Compostela.
Qué ver y hacer en Astorga
Plaza Mayor de Astorga
Una visita turística a Astorga tiene que comenzar por su Plaza Mayor, porticada y cuadrada, con el edificio de su ayuntamiento. La plaza y los edificios son del siglo XVIII, pero por debajo están todavía los restos del foro de romano levantado en la antigua Astúrica Augusta.
Catedral de Santa María
Es uno de los edificios más reconocidos de la ciudad. Sus orígenes hay que buscarlos en el siglo III, cuando ya se tiene constancia de que ostentaba el título de Apostólica. El edificio que podemos ver hoy en día comenzó a construirse en el siglo XV, sobre las ruinas de una construcción románica del siglo XI. Las obras se alargaron durante más de tres siglos, por lo que se pueden encontrar varios estilos arquitectónicos, desde el gótico hasta el barroco, pasando por el renacentista.
Palacio Episcopal
Gaudí también construyó en Astorga el que probablemente sea el símbolo de la ciudad: el Palacio Episcopal, situado muy cerca de la catedral. Tras incendiarse el edificio antiguo en 1886. Antonio Gaudí decidió proyectar el nuevo edificio debido a su amistad con el obispo. Una mezcla entre palacio de Blancanieves y un castillo medieval. Un edificio que, una vez que uno se para a admirarlo, no deja de descubrir elementos que, por separado, jamás imaginaría en un mismo edificio, y formas que parecen desafiar a las leyes de la gravedad pero que son capaces de sostener el palacio.
Museo de los Caminos
En el interior del Palacio Episcopal está el Museo de los Caminos, en él podremos ver piezas relacionadas con la peregrinación, mientras deambulamos por las distintas estancias que lo que iba a ser una residencia, pero nunca llegó a acoger esa función.
Muralla romana
El casco histórico está rodeado por una muralla romana, construida entre los siglos XX y IV. Hoy en día se conservan unos dos kilómetros de perímetro, gran parte de él reconstruido durante la Edad Media. De las antiguas puertas de acceso no se conserva actualmente ninguna, lo que sí se puede ver son cerca de una treintena de cubos.
Termas
Las termas jugaban un papel fundamental para socializar en el antiguo Imperio Romano, hoy en día se conservan las Termas Mayores y las Termas Menores, así como la red de cloacas, que todavía permanece en uso.
Museo Romano
Avanzando hacia el sur de la ciudad veréis el Museo Romano, donde podéis visitar alguna de las piezas que se han encontrado en las diferentes excavaciones realizadas en la ciudad. La elección de éste lugar no ha sido casual, ya que en él se localizaba la Ergástula, uno de los edificios del foro de Astúrica Augusta del cual se desconoce su uso. Se dice que pudo ser cárcel para los esclavos que trabajaban de sol a sol en las minas de Las Médulas. Junto al museo se levanta la iglesia de San Bartolomé, de origen románico pero sometida a un gran número de restauraciones.
Jardín de la Sinagoga
Pero no todo es romano en esta ciudad. Astorga también posee legado judío. Lo comprobaréis en el Jardín de la Sinagoga, un frondoso parque levantado donde se asentó la comunidad judía y que se encuentra adosado a la muralla.