La autovía A-66, conocida como autovía de la Ruta de la Plata, permite recorrer de norte a sur en coche la parte oeste de España, comenzando en Gijón para llegar hasta Sevilla a lo largo de 809 kilómetros. Es la segunda autovía más larga de España tras la autovía del Mediterráneo (A-7), y ofrece un variado compendio de naturaleza, cultura y gastronomía de distintas regiones de España.

No la debemos confundir con la Vía de la Plata, una calzada romana que cubría el trayecto desde Emerita Augusta o Mérida (Badajoz) hasta Asturica Augusta o Astorga (León) y por la que hoy pasan a pie los peregrinos jacobeos del sur de España, si bien sólo tienen en común el nombre y algunos tramos y ciudades. La principal diferencia entre ambas, es que la Ruta de la Plata está pensada para ser recorrida a motor, bien sea en coche, moto e incluso autocaravana. ¿Arrancamos motores?

¿Por dónde pasamos en coche por la Ruta de la Plata?

Nuestro viaje a través de la Ruta de la Plata en coche arranca en el norte peninsular y nos va a llevar a conocer cuatro comunidades autónomas y siete provincias. Comenzamos en Asturias para pasar a Castilla y León por las provincias de León, Zamora y Salamanca. Luego conecta con Extremadura, por donde pasa por Cáceres y Badajoz, para finalmente llegar a Andalucía a través de la provincia de Sevilla, en cuya capital finaliza esta ruta.

Serán muchos los pueblos y ciudades que puedes visitar en la Ruta de la Plata, y en este artículo veremos las principales ciudades que no debes omitir en tu aventura. Esta ruta permite empaparse de mucha cultura e historia con todo el patrimonio que ofrecen sus ciudades y pueblos, naturaleza con paisajes variopintos e inolvidables, y por supuesto toda la gastronomía típica de las distintas regiones.

¿Qué ver en Asturias?

En los 76 kilómetros que discurren en el Principado de Asturias, la Comunidad Autónoma con menos kilómetros de la Ruta de la Plata, son varias las localidades que podremos visitar, y vamos a presentarte tres de ellas: Gijón, Oviedo y Mieres.

Gijón

Además de disfrutar de su famosa playa de San Lorenzo, podemos sumergirnos en los más de 2.000 años de cultura romana visitando el parque arqueológico de la Campa de Torres, datado del 490 a.C., la Villa Romana de Veranes o las termas de Campo Valdés, un edificio del siglo I d.C. No nos olvidamos de la Gijón más actual con su precioso barrio pesquero de Cimavilla.

Otros de sus atractivos son el palacio Revillagigedo y la colegiata de San Juan Bautista, datada del siglo XVIII, la casa natal de Jovellanos, el palacio de los Jove Huergo y la capilla de la Trinidad nos esperan. Antes de partir, podemos contemplar la escultura de Eduardo Chillida, “Elogio del Horizonte”, situada en el paseo de San Lorenzo, así como visitar el acuario y el jardín botánico como broche final a nuestra estancia gijonesa. Seguramente veas peregrinos, pues por esta ciudad pasa el Camino de Santiago del Norte.

Playa de Gijón en la Ruta de la Plata

Oviedo

En la capital asturiana hay mucho que visitar, pues Oviedo fue protagonista muy importante en la historia de España y punto clave en el nacimiento del Camino de Santiago, pues de la “Vetusta” de Leopoldo Alas Clarín nace el Camino de Santiago Primitivo, considerada la primera de las rutas jacobeas.

Comenzamos con la Catedral de El Salvador, punto de inicio del Camino Primitivo y punto final del Camino de El Salvador, que nace en León. Dentro de ella se encuentra la Cámara Santa, con la cruz de la Victoria, símbolo del Principado de Asturias, y la cruz de los Ángeles, símbolo de la ciudad. En la plaza de Fontán debes pasar por su mercado, que ofrece todo tipo de productos frescos y es el centro neurálgico de la ciudad. Por supuesto, pasea la calle Manuel Pedregal, o lo que es lo mismo, la calle de los vinos de la ciudad, donde los ovetenses disfrutan de todo el esplendor de su gastronomía.

Catedral de San Salvador de Oviedo en la Ruta de la Plata

Mieres

Mieres está enclavado en un bucólico paraje natural testigo de una fuerte tradición minera, y de hecho en la plaza Paz los vecinos homenajean a sus mineros con un merecido monumento al Minero. A pocos pasos se encuentra el palacio del Marqués de Camposagrado, donde puedes contemplar una de las mejores colecciones de pintura en Asturias, además de visitar un edificio declarado Bien de Interés Cultural.

Ya en el centro histórico de la ciudad no debes obviar el parque Jovellanos y la plaza del Requexu, donde el monumento al Escanciador rinde homenaje a la cultura de la sidra asturiana; tras un buen paseo, qué mejor que sentarse en alguna de sus terrazas y degustar una buena sidrina bien escanciada. Pote asturiano o fabada de Asturias completan la experiencia de la gastronomía de la ciudad.

¿Qué ver en Castilla y León?

La Ruta de la Plata nos lleva por tierras castellano leonesas a lo largo de 330 kilómetros, siendo así la Comunidad Autónoma de Castilla y León la que tiene más kilometraje. Serán grandes y señoriales ciudades como León, Zamora y Salamanca las que os vamos a presentar, si bien son muchos más los pueblos y comarcas que se pueden conocer durante esta aventura en la vieja Castilla.

León

Esta ciudad es pura historia y un lugar magnífico para pasar un fin de semana, una ciudad que además cuenta con gran tradición jacobea pues por ella discurre el Camino de Santiago Francés. Son tantas cosas las que esconde León que tienes que descubrirlas: la muralla medieval, las criptas romanas, el patrimonio provincial del museo de León, la impresionante y bellísima catedral de Santa María de Regla de León, gótica del siglo XIII y con coloristas vidrieras en las que destacan sus rosetones, el museo casa Botines de Gaudí, el palacio de los Guzmanes, el palacio del Conde Luna, la plaza Mayor, entre muchos puntos más. Por supuesto, el barrio húmedo en su zona vieja te ofrece la mejor gastronomía de la ciudad.

Catedral de León en la Ruta de la Plata

Zamora

A partir de Zamora comenzaremos a coincidir con la Vía de la Plata jacobea. Esta ciudad cuenta con un casco antiguo medieval con miradores sobre el río Duero que nos dejarán estampas maravillosas al atardecer. En Zamora hay que destacar la catedral, la más antigua y pequeña de toda la comunidad autónoma; su estilo arquitectónico entra dentro del románico del Duero, con una cúpula inspirada en las bizantinas.

Muchas otras iglesias románicas puedes visitar, y dentro de la arquitectura civil hay que destacar el Castillo del siglo XI. Las cabañas de Sayago, los mosaicos romanos conservados en el museo de Zamora, las fuentes y pilas de estaño en Almaraz, la estela funeraria de Villalcampo y la estela funeraria y verraco romano de Muelas del Pan son, además, otros destacables vestigios romanos en esta zona. Por supuesto, no hay que dejar de saborear su gastronomía, no olvidemos que estamos en las riberas del río Duero.

Salamanca

No podemos dejar de parar en esta preciosa ciudad donde la cultura, la historia y el bullicio estudiantil se unen. Salamanca, también protagonista en la Vía de la Plata, contiene muchos monumentos que podríamos ver, pero nos quedamos con su imponente plaza Mayor, la casa de las conchas, las dos catedrales (la nueva y la vieja), la universidad más antigua de España, donde buscaremos su famosa rana, la casa Lis, la clerecía o el convento de San Esteban. En la capital charra no debes olvidar seguir las huellas de Santa Teresa de Jesús, además de disfrutar de su gastronomía, donde el cochinillo es el rey.

¿Qué ver en Extremadura?

Con 300 kilómetros dentro de la Ruta de la Plata, en tierras extremeñas encontraremos ciudades y pueblos en los que el pasado romano sigue muy vivo. Mérida es, sin duda, el epicentro de este tramo en el que seguimos la Vía de la Plata, pero por el camino vamos a encontrar muchos pueblos y ciudades que nos van a entusiasmar, como Plasencia, Cáceres y Zafra.

Plasencia

Una ciudad rica en naturaleza por las múltiples zonas verdes con gran diversidad de aves que encontraremos en Plasencia, como el Parque de Los Pinos. Las catedrales vieja y nueva nos trasladan a un viaje que comienza en la primera en el siglo XIII y termina en la segunda en el XVI. El palacio Episcopal, el centro de interpretación medieval, el palacio de Mirabel o el de Monroy y varias de sus iglesias, como San Nicolás, San Martín o la Ermita de Nuestra Señora del Puerto, nos regalan historia y cultura a partes iguales. Asómbrate con su imponente acueducto romano mientras te deleitas con los productos gastronómicos extremeños.

Vistas panorámicas de Plasencia en la Ruta de la Plata

Cáceres

Una de las ciudades españolas en la que disfrutaremos de la mezcla cultural que las distintas civilizaciones le han otorgado a lo largo de los siglos. Fundada por los romanos, en el casco antiguo de Cáceres vamos a ver representado el estilo gótico y el renacentista, con la muralla morisca rodeando la ciudad y su treintena de torres con las cigüeñas como espectadoras de lujo. Vale la pena ver la torre de Bujaco, el museo de Cáceres, la catedral gótica de Santa María y el palacio de los Golfines de Abajo, una casa-fortaleza muy especial. En cuanto a su gastronomía, no dejes de probar las migas extremeñas que preparan en Cáceres.

Mérida

Llegamos a la ciudad emblema de esta Ruta de la Plata, Emerita Augusta. Un enclave muy importante de la Vía de la Plata, en ella encontramos muchas ‘Méridas’ en una sola: la romana, la visigoda, la árabe, la medieval y la actual. De la Mérida romana se conservan el famoso teatro y anfiteatro, el circo, el acueducto, el templo de Diana, el arco de Trajano, termas o el museo nacional de arte romano. La basílica de Santa Eulalia o el Xenodoquio representan la Mérida visigoda mientras que la árabe queda patente con la alcazaba. Mérida, una ciudad para perderse en cada una de sus calles y deleitarse con los sabores de su gastronomía, para la que te recomendamos que dediques un par de días.

Teatro romano de Mérida en la Ruta de la Plata

Zafra

Alrededor de Zafra encontraremos diversos restos romanos, mientras que muchos otros los veremos integrados en los edificios del propio pueblo. Impresionante resulta el Palacio de los Duques de Feria, del siglo XV, o la colegiata de La Candelaria, donde encontraremos una excepcional colección de cuadros de Zurbarán. Las plazas Grande y Chica unidas por el arquillo del Pan, la puerta de la muralla y sus iglesias, ermitas y museos hacen de Zafra una parada indispensable. Punto de parada en la Vía de la Plata, en cuanto a su gastronomía hay que destacar las jornadas gastronómicas ambientadas en el siglo de oro, que se celebran durante las fiestas ” De la luna al fuego” cada mes de junio.

¿Qué ver en Andalucía?

Llegamos a tierras andaluzas para recorrer el último tramo de 115 kilómetros en el que nos esperan dos ciudades, Carmona y Sevilla. En ambas seguiremos disfrutando de la presencia romana en esta Ruta de la Plata y disfrutaremos de sus construcciones, muchas de las cuales han traspasado nuestras fronteras en fama.

Carmona

El eje principal de esta localidad es la vía Augusta donde, además, puedes disfrutar de la necrópolis, un conjunto en el que destacan las tumbas del Elefante y de Servilia. Su anfiteatro del siglo I a.C., la Plaza Arriba que formaba parte del foro romano, varios mosaicos en el ayuntamiento, la puerta de Córdoba o el puente romano son otros atractivos de Carmona. Destaca el convento mudéjar de Santa Clara del siglo XVI y la iglesia de San Pedro con la “Giraldilla”. Disfrutar de su gastronomía andaluza tras una buena visita es el mejor plan que puedes hacer en tu parada en Carmona, una ciudad de cine, pues es escenario de grabación de muchas películas.

Sevilla

Llegamos al final de nuestro particular viaje que finaliza en Sevilla, donde encontraremos numeroso patrimonio romano, destacando la casa Pilatos. No puedes dejar de visitar las piedras romanas de la Giralda, las columnas de la alameda de Hércules, el templo de la calle Mármoles y los restos del acueducto de los Caños de Carmona. En Sevilla encontramos la catedral y la Giralda, el Real Alcázar y el Archivo de Indias, tres monumentos incluidos en la Lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Además de esto, un paseo por la ciudad, mejor y más cómodo en carruaje de caballos, nos llevará por sus calles llenas de solera hasta la Real Maestranza, la torre del Oro y la plaza de España, disfrutando de hermosos edificios como el palacio de Lebrija y el de Las Dueñas.

Un final de trayecto con el Guadalquivir como testigo mudo del paso de civilizaciones por esta bella ciudad andaluza será el broche de oro y te recordará eso de que Sevilla tiene un color especial. En cuanto a su gastronomía, si coincides con la mítica Semana Santa de Sevilla, no dejes de probar los garbanzos con espinacas, y si te atreves con los caracoles, prueba las famosas cabrillas; sino, sé un auténtico sevillano probando un buen solomillo al whiskey con una cañita bien fresquita.

Plaza de España en Sevilla en la Ruta de la Plata

Información práctica

Hemos hablado de la autovía A66, gratuíta, pero no se nos olvida informarte de que el recorrido veces incluye pequeños tramos por otras vías que son de pago (autopistas).

Para terminar, te facilitamos un archivo que puedes descargar con toda la información de cada una de las ciudades y pueblos de esta ruta de la Plata, sus fiestas, comidas típicas y compras que puedes hacer. Por si fuera poco, te dejamos un enlace directo al mapa de la Vía de la Plata con las ciudades y pueblos que podemos visitar.

Esperamos que con este artículo te lances a recorrer con tu coche esta ruta, que además tiene relación con el Camino de Santiago, y que no tiene nada que envidiar a la famosa ruta 66 americana. Contraste de paisajes y naturaleza, mucha historia y variopintos estratos de cultura, y una riquísima y única gastronomía son la garantía de un viaje para el cual, como mínimo, es necesario una semana, aunque siempre es mejor dedicarle más días para disfrutarlo al 100%. ¡Ah! Y no olvides, precaución en la carretera, amigo conductor.