Desde Albergaria-a-Velha a São João da Madeira -

Información

Nos encontramos ante una etapa de fácil recorrido, que si bien no presenta atractivos naturales significativos desde Albergaria-a-Velha, si nos lleva por bellos cascos históricos como el de Bemposta hasta finalizar en São João da Madeira, situada ya en el área metropolitana de Oporto.

Abandonamos Albergaria-a-Velha desde la plaza del ayuntamiento, saliendo por la calle principal hacia el palacete Bõa Vista, y una vez hayamos salido del entorno urbano, el camino a São João da Madeira nos adentra en una zona boscosa entre pistas y caminos de tierra. Siguiendo tramos boscosos, interrumpidos en alguna ocasión por alguna carretera secundaria, llegaremos a Albergaria-a-Nova.

Desde Albergaria-a-Nova, vamos a caminar por tramos de asfalto y en algunas ocasiones por senderos de tierra paralelos a la carretera. Nuestro siguiente punto de referencia en el camino es la estación de tren de Pinheiro de Bemposta.

Una vez la hayamos superado, avanzamos en dirección al centro de Bemposta, desde donde caminaremos hasta el núcleo de Caniços y posteriormente al de Besteiros.

Desde Besteiros vamos a seguir en dirección a Oliveira de Azeméis (lugar en el que es posible finalizar la etapa si preferimos caminar menos kilómetros). El camino cruza la localidad de Oliveira de Azeméis, pasando por el ayuntamiento y por un miliario romano. Tras callejear por Oliveira, deberemos cruzar un paso a nivel sobre las vías del tren, llegando al puente medieval de Salgueiro. Desde aquí, continuamos por tramos asfaltados en dirección a Vila de Cucujães.

Atravesamos Vila de Cucujães, entre un continuo sube y baja de calles. Salimos de esta localidad por una zona industrial, hasta llegar al centro comercial 8º Avenida, el cual nos anuncia nuestra llegada a São João da Madeira.

A tener en cuenta

Al igual que en todo el Camino, está prohibido hacer fuego o tirar colillas al suelo. Conviene recordarlo ya que la mayor parte de los bosques que atravesamos desde Albergaria-a-Velha a São João da Madeira están muy descuidados y con un sotobosque lleno de maleza, lo cual aumenta el riesgo de incendios forestales.