Desde Markina a Gernika - Viajes Camino de Santiago

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Nos encontramos ante una etapa nuevamente marcada por los desniveles que caracterizan a los entornos montañosos. Hoy, alternaremos el paisaje y la vegetación típica de la montaña atlántica en Markina, con exuberantes senderos ribereños que nos regalarán fuertes tonalidades de verde, hasta culminar la etapa en Gernika, localidad bombardeada el 26 de abril de 1937 durante la Guerra Civil española.

Hoy abandonamos Markina poniendo rumbo a la histórica localidad de Gernika. Desgraciadamente, Gernika es ubicada en el mapa por muchos españoles debido a los bombardeos acaecidos en esta localidad durante la Guerra Civil española, hecho reflejado por Picasso en su más célebre cuadro: “El Gernika”.

Nos vamos de Markina cruzando el río Artibai, para continuar por una senda boscosa junto al mismo, hasta volver a cruzarlo a la altura de Iruzubieta. Nuevamente continuamos por un tramo boscoso y tras cruzar una vez más el río Artibai, ponemos rumbo a la localidad de Bolibar.

El siguiente punto destacado de la etapa es el monasterio de Zenarruza.

Tras visitar el monasterio, continuamos en ascenso cruzando la vertiente septentrional del monte Oiz, entre senderos y pistas forestales. Una vez hayamos llegado al collado de Gauntzegarai, seguiremos la carretera local a mano izquierda, en bajada hasta Munitibar.

En Munitibar nos encontramos prácticamente ya en la mitad de etapa. Abandonamos Munitibar alternando carretera con tramos boscosos hasta llegar a la localidad de Olabe. Desde Olabe tendremos tan solo 3 kilómetros hasta el siguiente núcleo de población de referencia: Marmiz. Los paisajes rurales dominarán el tramo hasta las inmediaciones de Gernika.

Para llegar a Gernika se nos presentan dos opciones: la primera pasa por Mendieta, es la opción más rápida y su trazado va en bajada; la segunda opción es de reciente señalización, el sendero es más bonito pero también es un poco más duro y largo.

A tener en cuenta

Esta etapa sigue la tónica de la anterior, sin ofrecernos el menor atisbo del mar en los casi veinticinco kilómetros que separan Markina de Gernika. Sigue manteniendo la precaución en caso de lluvias, ya que los desniveles son nuevamente frecuentes.