Información sobre Miraz
Miraz es un pequeño pueblo de Lugo por el que transcurren tanto el Camino del Norte como el Camino de la Costa, por lo que presenta un gran vínculo con los peregrinos. Esta villa cuenta con diferentes pequeñas joyas en el patrimonio cultural y arquitectónico de Galicia, así como lugares emblemáticos relacionados con la ruta Xacobea.
Se trata de un lugar perfecto para descansar, para contemplar la belleza del entorno y visitar construcciones con muchos años de historia. Es fácil dejarse llevar por su encanto y deleitarse con su oferta gastronómica.
Qué ver y hacer en Miraz
La torre y el pazo
En el entorno de Miraz se alza una imponente torre almenada y de planta cuadrada, cuyo origen se determina en el siglo XV. Esta es parte de una antigua fortaleza de los Saavedra, construcción que pasó a manos de Andrade en el siglo XV. Colindando con esta torre se encuentra un pazo del siglo XVIII con un corredor sostenido por columnas. También es de gran interés acudir a otra edificación próxima a esta, la fortificación de San Paio de Narla, que alberga la sección de etnografía del Museo Provincial de Lugo. Se trata de una zona de interés histórico que disfrutará toda persona con cierta curiosidad por el pasado y por el legado de nuestros ancestros. Una ocasión excepcional para empaparse de cultura.
La iglesia de Santiago
La iglesia de Santiago resulta todo un emblema para los peregrinos y para todo aquel que disfrute del itinerario jacobeo. Está construida con sillar de granito y coronada por una espadaña. El cementerio de esta iglesia también es de gran belleza, rematado con pináculos neogóticos muy elaborados. A mayores, el atrio conserva un cruceiro del año 1962. Representa toda la tradición de los caminos y se convertirá en una parada de lo más simbólica para todo aquel que viva el tránsito con entusiasmo.
El albergue de la Confraternity
En Miraz se puede encontrar un curioso lugar para pasar la noche, esta es además una alternativa perfecta para dividir el largo tramo del camino que va de Baamonde a Sobrado en dos etapas. La excusa perfecta para visitar Miraz con un poco más de tiempo. La ubicación es el albergue de la Confraternity, un lugar rehabilitado por la sociedad inglesa Confraternity of Sant James y con capacidad para poco más de una decena de personas. Representa la evolución del camino y cómo va pasando el legado jacobeo de unas generaciones a las siguientes, de unas sociedades a otras. Esta parada será una gran anécdota en el viaje.
La naturaleza
Miraz cuenta con una gran cantidad de paisaje natural a su alrededor, ya que se trata de un pequeño pueblo cuyo encanto reside en la humildad, en el contacto con los bosques y la tradición. Dejarse llevar por un paseo al atardecer contemplando lo que la propia tierra ofrece puede ser el plan perfecto para cualquier viajero. Ofrece un entorno relajante, sin masificaciones del turismo y exento del alboroto urbano. No hay mejor forma de aprovechar el tiempo en este lugar que integrarse con el entorno.
La ermita de San Pedro
En Miraz se encuentra una ermita dedicada a San Pedro protagonizada por una talla rústica de la Virgen del Rosario. Pertenece al siglo XV, por lo que encontrarás un nuevo destello del patrimonio histórico y de valor en este punto de la villa. Es un lugar ideal para seguir con la ruta de descubrimiento hacia el pasado de este encantador pueblo con un gran rastro religioso y arquitectónico.
La cultura gastronómica
Tanto en Miraz como en los pueblos cercanos se puede degustar la gastronomía tradicional de la zona. Para aquellas personas que desean deleitarse con los platos tradicionales de la cocina gallega y los productos artesanales este es un entorno excelente. En cualquier bar remoto en el que uno vaya a parar podrá encontrar la esencia de lo casero, de las recetas familiares y de los productos de proximidad. Son zonas en las que a menudo se sirven elaboraciones propias realizadas con cariño, para sentarse a disfrutar sin contar el tiempo que pase.