Información sobre La Caridad
La villa de La Caridad es un lugar con encanto que destaca por su perfecta conservación y se ubica a 130 km de Oviedo. Se dice que el nombre de este pueblo viene de la caridad que mostraban los aldeanos con los peregrinos, un gran indicio de la sencillez de sus gentes. En este emplazamiento se encuentra una excelente mezcla de mar y montaña para deleite de los amantes de la naturaleza.
Uno de los mayores atractivos de esta villa es la playa de Permenande, que también cuenta con un área recreativa con albergue de peregrinos. Por otro lado, su arquitectura resulta de lo más llamativa, ya que presenta construcciones antiguas e indianas, también se hace presente la cultura propia de Asturias en sus calles.
Qué ver y hacer en La Caridad
La antigua casa consistorial
La antigua casa consistorial es uno de los monumentos dignos de visitar en la villa de La Caridad y que pocos turistas se pierden durante su estancia. Este edificio presenta un escudo en el que se encuentra una leyenda que rememora su independencia de Castropol en el siglo XVI.
En este momento histórico la capitalidad pasa de El Franco a La Caridad (en aquel momento conocida como San Miguel de Mohíces) acto que se desarrolló en el año 1852. Es interesante divisar esta construcción como patrimonio del pasado de histórico de la villa y su evolución.
El puerto de Viavélez
Este pequeño puerto se encuentra junto a la desembocadura del río Salgueiro y es otro rincón de gran interés a la hora de transitar la villa. Su actividad no es primordial para el pueblo en este momento, ya que tiene una mayor relación con su pasado histórico.
A mediados del siglo XIX el puerto de Viavélez fue un importante centro de construcción especializado en las embarcaciones, en él se fabricaban veleros y barcos destinados a la pesca de ballenas. Este es un bonito esquicio del pasado, ya que hoy la localidad destaca por su tranquilidad y belleza más que por su actividad marítima.
La playa de Pormenande
Esta coqueta playa tiene un tamaño de menos de 200 metros y se puede definir como una de esas calitas paradisíacas de gran belleza. Está formada por bolos y grava y pese a que resulta algo pedregosa lo cierto es que resulta perfecta para una escapada relajante, es un lugar muy seguro y protegido del viento.
Se puede encontrar el islote de El Rego hacia la derecha de esta playa, de hecho, se puede acceder a él desde la misma. Es la playa principal de La Caridad así que siempre hay bastante movimiento de gente, un ambiente que jamás es desolador.
El Castro de Cabo Blanco
Los asentamientos castreños se pueden encontrar en diferentes puntos de la costa occidental asturiana. Son poblados prerromanos amurallados, con viviendas en forma circular y elaboradas con rocas. Junto a La Caridad, en el mismo concejo de El Franco, se puede visitar uno de ellos: El Castro de Cabo Blanco.
Este es uno de los más extensos de la comarca y el más importante del Principado de Asturias, por lo que es un resto arquitectónico de gran interés que merece la pena conocer si se está por la zona. Se determina su origen en la Edad de Hierro y se conservan perfectamente algunos impresionantes tramos de hasta 4 metros de altura.
El centro de La Caridad
El centro más tradicional de la villa de La Caridad está compuesto por el edificio del Ayuntamiento, la Iglesia de San Miguel y el parque de María Cristina. Un paseo por esta bonita zona urbana del pueblo es de lo más gratificante e invita a descubrir la historia del lugar en solo unos pasos.
Estos edificios se alzan junto a la antigua carretera y el camino de Santiago. En las construcciones de este pueblo se encuentran las influencias indianas y edificaciones antiguas bien conservadas que se pueden contemplar en a pie de calle cómodamente.
El Belén Popular y el Museo Etnográfico
Durante los meses de diciembre y enero La Caridad se viste de navidad añadiendo otros focos de interés turístico que solo están habilitados en este momento del año. Por un lado, el Belén Popular Asturiano atrae a personas de todas las edades en esta época tan señalada. Por otro lado, en el Museo Etnográfico se ven representadas las profesiones tradicionales de la zona.
También se encuentra el Museo de La Forja que está situado en la casa familiar del artista forjador Ángel Fernández López. Aquí se encuentra prácticamente toda la obra del artista, una serie de piezas artesanales fabricadas con hierro y cristal a mano.
