Tal vez te hayas planteado alguna vez hacer el Camino de Santiago completo. Llegar a Santiago desde tu casa o quizás recorriendo algún tramo es un plan que todos deberíamos hacer una vez en nuestra vida. Seguramente estarás pensando en que no tienes mucho tiempo, pero ¿sabías que se puede hacer el Camino de Santiago en etapas sueltas? ¡Te lo descubrimos en este artículo!

Ventajas de peregrinar por etapas sueltas

Lo dicho, querido peregrino: puedes completar un recorrido largo por etapas sueltas sin ningún problema. Esto tiene sus ventajas, y la primera es que, a pesar de tus limitaciones de tiempo, puedes aprovechar los días libres para peregrinar. Con el estilo de vida que tenemos hoy, no siempre disponemos del tiempo necesario para recorrer todo un Camino a Santiago. No obstante, son muchos los peregrinos que lo realizan en etapas sueltas y lo completan, paso a paso, en distintas semanas, meses y años.

Puedes hacerlo de este modo, a trocitos, aprovechando cada fin de semana o días libres. Además, podrás conseguir la Compostela, pues la Credencial del Peregrino no caduca, pasen los años que pasen. Eso sí, ¡ojo! Los sellos y las fechas deben de estar en orden cronológico, y debes hacer las etapas en el orden espacial que están. Y si se te acaba el espacio de sellado de tu credencial, puedes utilizar una segunda credencial.

Credencial del Peregrino

La Credencial del Peregrino no caduca

Por otro lado, a lo mejor quieres hacer una ruta a Santiago con amigos y familiares, pero los horarios de cada uno no coinciden. Por ello, peregrinar por etapas sueltas es la solución perfecta, pues os permitirá poneros de acuerdo en horarios.

Al realizar distintas partes del Camino en varios meses o años tendrás más tiempo de organizar las etapas. Podrás reflexionar sobre aquellas que ya hiciste e incluso aprender de los errores que cometiste en tramos anteriores. Además, realizando el Camino por etapas sueltas conocerás gente nueva en cada tramo que realices.

¿Cómo hacer el Camino en etapas sueltas?

Lo primero a tener en cuenta es lo cerca o lejos que vivas del inicio y recorrido de la ruta jacobea que quieras hacer. Si vives en Galicia no tienes mucho problema, pues es donde todas las rutas convergen y tienes donde elegir. Si no es tu caso, pero vives en una región por donde pasa un tramo de alguna ruta jacobea, puedes realizarla de esta forma.

Si haces una etapa cada fin de semana necesitarás un vehículo de apoyo o coche escoba que te lleve al punto de inicio y te recoja al final. Si tienes la suerte de que alguien realice esta labor, bien, pero si no, dependerás de transporte público o taxis. Así, te ahorrarás el alojamiento y otras necesidades asociadas, como el transporte de equipaje.

Unos peregrinos en el Camino Francés por Castilla y León

Unos peregrinos en el Camino Francés por Castilla y León

Si, en cambio, en un fin de semana realizas dos etapas con pernocta, reserva previamente el alojamiento que necesites. No dejes lugar a la improvisación para no llevarte sustos.

Las rutas de más recomendadas para hacer el Camino de Santiago en etapas sueltas

Si ya te has decidido, hay que escoger la ruta a hacer. Puede ser una ruta corta de 5 o 6 etapas, o bien una más larga, de 10 a 30 o más etapas. ¿Las vemos?

El Camino Francés

Muchos peregrinos deciden hacer todo el Camino Francés dentro de la península Ibérica, bien desde Roncesvalles, o bien desde Somport por el Camino Aragonés. Desde Roncesvalles realizarás unos 800 km en unas 33 etapas, y desde Somport, unos 960 kilómetros en unas 39 etapas. Esta es una ruta larga pero muy atractiva y con mucha tradición histórica: si no puedes hacerla del tirón, hazla por etapas sueltas.

Portomarín

El Camino Francés a su paso por Portomarín

El Camino Portugués

Otra ruta histórica para hacer a trocitos y cuyo inicio es lejano a Santiago: Lisboa. La capital lusa dista unos 620 kilómetros de la ciudad del Apóstol, con una división aproximada de 27 etapas. El aliciente principal del Camino Portugués es que discurre en gran parte por el vecino Portugal, cuya gastronomía y paisajes te resultarán novedosas. Además, tienes también la variante por la Costa desde Oporto, así como la variante Espiritual desde Pontevedra.

La Vía de la Plata

Unos 950 kilómetros y 38 etapas separan Sevilla de Santiago de Compostela. Enlaza en Astorga (León) con el Camino Francés, si bien también existe la variante del Camino Sanabrés desde Granja de Moreruela (Zamora). Un Camino que sigue las huellas de los antiguos romanos. Si eres de Sevilla y quieres llegar a Santiago de Compostela, puedes hacer la Vía de la Plata del tirón, o bien separarla en etapas sueltas.

El Camino del Norte

Aproximadamente 860 kilómetros en 36 etapas separan Irún de Santiago de Compostela. El Camino del Norte es un recorrido histórico que discurre paralelo al mar Cantábrico. Es una ruta muy interesante, pues por su cercanía al mar podrás disfrutar de paisajes de interior y de costa. Las maravillosas playas cantábricas y la gastronomía de las distintas regiones del norte peninsular te acompañarán.

El Camino Primitivo

Si hablábamos de rutas históricas, aquí os traemos la primera de todas. El Camino Primitivo nace en Oviedo, donde residía el rey Alfonso II el Casto, uno de los primeros peregrinos de la Historia. Es un total de 268 km para realizar en unas 11 etapas, disfrutando de las montañas gallegas y asturianas y su potente gastronomía de cuchara.

El resto de Caminos

Aún hay más rutas del Camino de Santiago, pero no tan largas. También se pueden hacer por etapas sueltas, aunque su distancia es asequible para realizarlas del tirón en tus vacaciones. El Camino Inglés, con sus 113 kilómetros en 6 etapas, es muy asequible. Lo mismo sucede con el Camino de Finisterre y Muxía, que con sus 120 kilómetros en 5 etapas se puede realizar perfectamente en días vacacionales.

Cabo Finisterre

La llegada al cabo Finisterre desde Cee es una etapa suelta peregrina que se puede hacer en a Costa da Morte (Galicia)

A tener en cuenta

Ten en cuenta el clima y la época del año, la necesidad o no de alojamiento, qué llevar en la mochila y la preparación física. En vez de etapas sueltas, también podrías organizarte cada mes y durante varios años para realizar algunos tramos. La opción más común es recorrer unos 100 o 200 kilómetros cada año, comenzando cada año donde lo dejaste el año anterior. Así lo hicieron unos peregrinos nuestros, desde su casa, en Holanda, hasta Santiago de Compostela durante 19 veranos.

Como último consejo, si eres novato, prueba a hacer los últimos 100 kilómetros del Camino Francés desde Sarria o del Camino Portugués desde Tui. Con este aperitivo caminero para saber bien a lo que te enfrentarás en una larga aventura.

Lo hagas como lo hagas, lo importante es disfrutar del Camino sin prisas. Es una inversión de tiempo muy rentable psicológica, anímica y espiritualmente, y hacer una ruta jacobea por etapas sueltas te permitirá vivir la experiencia peregrina.