El Camino de Santiago es una vivencia muy positiva para todo aquél que la experimenta. Sin embargo, al organizar tu aventura en cualquiera de las rutas jacobeas es fácil cometer fallos. Aquí te mostramos los errores en el Camino más comunes y cómo evitarlos para disfrutar una experiencia inolvidable.

El primero de los errores en el Camino: no planificar

A la hora de hacer el Camino de Santiago, la planificación previa es muy importante, y es aconsejable tener un itinerario básico. Escoger la mejor ruta, conocer las etapas y el kilometraje, saber dónde dormir y los puntos de interés te permitirá ir bien preparado. Además, podrás identificar las áreas con menos servicios y planificar en consecuencia.

No reservar alojamientos con antelación

Durante las temporadas altas, los albergues y hoteles se llenan rápidamente, y en temporada baja, hay menos alojamientos disponibles. Para evitar quedarte sin un lugar donde dormir, es recomendable reservar con varias semanas o incluso meses de anticipación.

No prepararte previamente

Un entrenamiento previo, tener una mochila adecuada y llevar todo lo que necesitas es clave, y no hacerlo puede generarte problemas durante tu experiencia. Has de tener en cuenta la dificultad, etapas y distancias en la ruta escogida, así como las previsiones climáticas.

Peregrinos planificando su Camino para evitar errores.

Peregrinos planificando su Camino para evitar errores.

No entrenar antes del Camino

No realizar un entrenamiento previo, sobre todo si no estás acostumbrado a caminar, es uno de los errores más comunes. Lo recomendable es realizar paseos y caminatas un mes antes de tu Camino, caminando unos 5 km diarios. Además, trata de caminar sobre distintos terrenos, como asfalto, tierra o monte. Si puedes aumentar la distancia progresivamente sería mejor, y ya si te haces un fin de semana de senderismo, vas preparado de lujo.

No llevar el equipo adecuado

Es esencial invertir en un buen par de botas o calzado de senderismo, pero asegúrate de usarlas antes de ir al Camino. Lleva también ropa cómoda y adecuada para las diferentes condiciones climáticas, y una mochila ligera pero suficiente para llevar lo necesario.

No cuidarse adecuadamente

Recuerda, al Camino no vas de paseo dominical, sino que vas a caminar una media de entre 20 y 25 km al día. No empieces la etapa caminando muy rápido, ve poco a poco, y recuerda que el Camino no es una carrera. El cansancio, puntuales sobrecargas musculares y afecciones en los pies, como ampollas y rozaduras, pueden ser tus malos compañeros de Camino. Para un buen Camino, has de evitar todo esto en la medida de lo posible y cuidar tu salud.

Sobreesfuerzo físico al que no estás preparado

El sobreesfuerzo físico es un error común, especialmente entre aquellos que no están acostumbrados a largas caminatas. Antes, durante y tras la etapa, párate a hacer estiramientos. Es importante escuchar a tu cuerpo durante el Camino: si es necesario, no dudes en tomar descansos o dividir las etapas en tramos más cortos. Además, podrás permitirte disfrutar del entorno, ¡que no va a ser todo caminar!

Peregrinos descansando y relajando los pies en Ribadiso, disfrutando del Camino Francés.

Peregrinos descansando y relajando los pies en Ribadiso, disfrutando del Camino Francés.

Descuidar la alimentación y la hidratación

La alimentación y la hidratación son cruciales en una caminata de larga distancia para combatir el cansancio y reponer fuerzas. Algunos peregrinos cometen el error de no planificar adecuadamente sus comidas o no llevar suficiente agua. Es vital llevar snacks energéticos y rellenar tu botella de agua en cada oportunidad.

Llevar mucho peso

Has de llevar el equipo adecuado y necesario, como decíamos líneas arriba. Pero, y muy importante, olvídate de los “por si acasos”, el Camino no es la jungla y podrás comprar cosas que necesites o hayas olvidado. Recuerda no llevar más del 10% de tu peso corporal en tu mochila.

No llevar botiquín

No olvides elementos como un botiquín de primeros auxilios, protección solar y un sombrero. Incluir elementos para prevenir ampollas y curar heridas, como vaselina, compeed, tiritas, desinfectantes, etc… en el botiquín será el mejor seguro en tu Camino.

No respetar el entorno

El Camino de Santiago atraviesa zonas valiosas y protegidas en términos naturales y culturales, y entre todos debemos asegurar su sostenibilidad. Algunos peregrinos, lamentablemente, no cuidan estas áreas y cometen acciones perjudiciales como tirar basura, pintar mojones o dañar estructuras. Es esencial adoptar una actitud responsable, cívica y ecológica, respetando las reglas locales y dejando el lugar igual o mejor de cómo lo encontraste.

Respeta la naturaleza y el Camino, y tira la basura en lugares adecuados.

Respeta la naturaleza y el Camino, y tira la basura en lugares adecuados.

Respeta también el entorno social y al resto de peregrinos. Si quieres peregrinar escuchando música, hazlo con cascos. Muchos peregrinos buscan el silencio o el simple sonido de la naturaleza, que favorece la introspección y la reflexión.

Evita estos errores en el Camino

Si ya has hecho alguna ruta jacobea, todo esto te sonará, pero si eres un principiante, te aconsejamos que sigas estos consejos. Evitando estos errores comunes en el Camino podrás disfrutar plenamente de tu peregrinación, sumergiéndote en todo lo bueno que esta antigua ruta ofrece.

A pesar del cansancio que supone caminar largas distancias, la alegría de los peregrinos al llegar a Santiago es la garantía de una gran vivencia. Eso sí, siempre que vayas bien preparado y recordando las palabras clave para tu aventura: organizar tu Camino de Santiago. Para esta tarea no estás solo, y nosotros te podemos echar una mano para hacer los deberes de todo buen peregrino. ¡Buen Camino!