Todos los peregrinos saben que hay muchas rutas del Camino de Santiago que podemos recorrer. No obstante, no todos saben que también hay muchos certificados de peregrinación que podemos obtener. Además del tradicional pergamino que podemos conseguir al llegar a Santiago, la bien conocida Compostela, hay otros certificados que podemos conseguir al final de algunos tramos del Camino de Santiago. Si te consideras un peregrino de pro y quieres tener un buen curriculum vitae jacobeo, sigue leyendo, hay mucho por andar: la “peregrinoteca” del Camino de Santiago es muy amplia.

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En Santiago, aparte de la Compostela…

En artículos anteriores te hemos contado todo lo que debes saber sobre la Compostela. Más allá de este documento y sus variantes, en Santiago puedes conseguir otros certiicados, y a continuación vamos a verlos.

La Cotolaya

También conocida como Compostela franciscana, la Cotolaya es un certificado que otorga la congregación franciscana de Santiago a todo peregrino que llegue a la ciudad. Se expide desde el año 2014, en el que se conmemoró el 800 aniversario de la peregrinación de San Francisco de Asís a Santiago de Compostela. El nombre de Cotolaya viene de la leyenda de San Francisco y el carbonero Cotolay, quien acogió al santo en su casa y a quien le fue encomendada la construcción del actual convento. Acércate a la sacristía de la Iglesia de San Francisco, muy cerca de la Plaza del Obradoiro y muestra tu credencial debidamente sellada para obtener este certificado de forma gratuita, aunque se aceptan donaciones.

La “Perregrina”

Nuestros peludos amigos cánidos son muy buenos compañeros en el Camino de Santiago, y hacer el Camino con tu perro es una experiencia muy bonita y que además también reconoce como “perregrino” a tu mejor amigo. La Asociación Protectora de Animais do Camiño (APACA) fomenta la peregrinación con perro y desde 2018 pone a disposición una credencial canina (3€) y su respectivo certificado, la “Perregrina” o Compostela canina (gratuita). Para saber dónde y cómo conseguir ambas, pincha aquí.

La Compostela perregrina

La Compostela Dual

Desde el año 2015 existe la posibilidad de conseguir este certificado tan especial, pero ya te avisamos que deberás viajar un poco. Este documento se entrega gratuitamente a quien cumpla los requisitos de certificación realizando las dos rutas de peregrinación que son Patrimonio de la Humanidad: el Camino de Santiago en España y el Kumano Kodo en Japón. Tiene credencial propia y gratuita y puedes conseguir el certificado una vez finalices ambas rutas, tanto en Santiago como en la ciudad de Tanabe (Japón). Este es un curioso peregrinaje que te llevará de sol a sol.

Otras rutas y sus certificados

En el caso de peregrinos que no lleguen a Santiago, en muchos lugares del Camino de Santiago también hay otros certificados que se entregan a los peregrinos, como prueba de llegada a algún lugar especial. Algunos se remontan a la Edad Media, pues eran certificaciones de paso que funcionaban como salvoconductos para la seguridad y hospitalidad debida al peregrino.

La Carta Peregrina

Este sería un buen ejemplo de un antiguo salvoconducto que ha llegado a nuestros días. En el ecuador del Camino Francés en la península Ibérica se encuentra Sahagún, en la provincia de León. En el Santuario de la Virgen Peregrina, o bien en la Casa de la Cultura de esta localidad, el peregrino puede conseguir otro certificado, la Carta Peregrina, de carácter gratuito, aunque los donativos son bienvenidos. Los peregrinos que  realizan el Camino de Madrid, que finaliza en la mencionada histórica ciudad, lo consideran como su certificado final.

La portada de Sahagún

La Ayeguina

Otro ejemplo de antiguo salvoconducto es la Ayeguina, certificado que prueba el haber terminado en Ayegui los primeros 100 kilómetros del Camino Francés desde Roncesvalles. Era emitido por el medieval monasterio de Irache, aunque hoy se emite en la citada localidad navarra. Con la pandemia del COVID se dejó de emitir, pero estamos seguros que esta antigua tradición se retomará antes o después.

La Olvidada

Al finalizar el Camino Olvidado, que discurre entre Bilbao y Villafranca del Bierzo, el peregrino puede conseguir la llamada Olvidada. Este certificado, que tiene credencial propia, se entrega en la Oficina de Turismo de Villafranca del Bierzo. Con otro posible comienzo en Pamplona, este Camino de Santiago podría ser el más antiguo tras el Camino Primitivo.

La Lebaniega

Este certificado, que tiene credencial propia, se entrega a todo peregrino que realice el Camino Lebaniego, un desvío que muchos peregrinos del Camino del Norte toman en San Vicente de la Barquera para llegar al Monasterio de Santo Toribio de Liébana, todo ello en Cantabria. Este monasterio custodia desde siglos el Lignum Crucis, reliquia considerada como parte de la cruz de madera donde Jesús halló la muerte, y también tiene el Año Jubilar Lebaniego, al igual que el Jacobeo en Santiago de Compostela.

La Compostela lebaniega

La Salvadorana

Este certificado se consigue realizando el Camino del Salvador, que va desde León a Oviedo. Ya el refrán confirma la importancia de esta ruta: “Quien va a Santiago y no al Salvador, visita al siervo y olvida al señor”, pues la Cámara Santa de Oviedo alberga importantísimas reliquias como el Santo Sudario. Es necesario conseguir la credencial propia del Camino del Salvador en alguno de los albergues de la provincia de León. Funciona igual que la credencial jacobea en cuanto a los sellos, y una vez en Oviedo, se puede conseguir la Salvadorana en la catedral (4€) y en el albergue de peregrinos (2€).

La Pedronia

En el Camino de Santiago Portugués el peregrino puede conseguir un certificado muy especial. A su paso por Padrón, donde se cree que llegaron los restos mortales del Apóstol Santiago, este camino da la posibilidad al peregrino de conseguir la Pedronia, al igual que el Camino Portugués por la costa y la Variante Espiritual. Este es un documento expedido de forma gratuita en la Oficina de Turismo de Padrón desde el año 2010, y se consigue cumpliendo el requisito de presentar la credencial de peregrino con el sello de la Iglesia de Santiago de Padrón.

Padrón

La Ignaciana

Este certificado es el propio del Camino Ignaciano, la ruta que San Ignacio de Loyola realizó en 1522 desde Loyola (Guipúzcoa) hasta Manresa (Barcelona), para una vez allí embarcar rumbo a Tierra Santa. Tiene credencial propia (0,5€), y se puede recoger en cualquier institución vinculada a esta ruta en alguna de las ciudades por donde pasa. Funciona como la credencial jacobea, aunque basta sólo con un sello y fecha por etapa. Por su parte, el certificado expedido (0,5€), la Ignaciana, se puede recoger al final de la ruta, en Manresa, o bien en la propia Loyola.

La Finisterrana y la Muxiana

Todo peregrino que realice el Camino de Santiago de Finisterre y Muxía puede conseguir dos certificados: la Finisterrana en Finisterre, y la Muxiana en Muxía. Esta es una ruta muy especial que recorren los peregrinos hacia el Fin del Mundo. Para ambos hay una misma credencial, que es gratuita y exclusiva de este camino y que deberemos ir sellando y fechando. Una vez llegamos a estas localidades, bien en sus albergues públicos o en sus oficinas de turismo podemos solicitar otros certificados gratuitos.

La Muxiana

La Jacobea Canaria

¿Y a que no sabías que existe un Camino de Santiago y un certificado canario? Si eres de las islas seguramente conocerás el Camino de Santiago de Gáldar, el “camino entre volcanes” en la isla de Gran Canaria. Desde 1965, la iglesia de Santiago de los Caballeros de Gáldar tiene los mismos privilegios que la catedral compostelana, pues el Papa Pablo VI así lo dispuso con una Bula. Por tanto, esta iglesia y Camino jacobeo, que además tiene credencial propia, da la posibilidad de conseguir otro certificado peregrino para quien realice la peregrinación desde Maspalomas a Gáldar.

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Un vasto currículo peregrino

Muchos son los caminos y certificados existentes. Si se nos escapa alguno más, nos encantaría leerte abajo en los comentarios. Si aún no tienes ninguno, te recomendamos comenzar por el primero, la Compostela. Verás que el Camino de Santiago es un vicio, pero de los buenos, y tras tu primera experiencia te animarás a seguir caminando las distintas rutas jacobeas y engordar tu carrera peregrina. ¡Ultreia!