Es muy importante dedicarle una atención especial a cuidar nuestros pies si decidimos realizar el camino, ya que serán estos los encargados de llevarnos hasta Santiago de Compostela, en esta guía te mostraremos  unas recomendaciones para mantenerlos en perfectas condiciones, y como evitar heridas que dificulten el desarrollo del trayecto.

Cuidar tus pies: Elige un calzado y calcetines adecuados

Obviamente, la época en la que vayamos a realizar nuestro viaje a Santiago será determinante para elegir un buen calzado.

Botas:

Son lo más apropiado para realizar la caminada en época de frío y lluvia. Nos ayudarán a superar cualquier superficie, nos protegerán del agua, y nos garantizaran una buena sujeción al tobillo.

Botas de senderismo Camino de Santiago

Zapatillas de treking:

Sin duda son lo mejor para épocas más secas y calurosas, no nos ofrecerán la misma protección que unas botas de montaña, pero una ventaja es que suelen ser más ligeras, y por otra parte mantendrán nuestros pies mucho más frescos y secos.
También recomendamos el uso de calcetines sin costuras, y mantener nuestros pies secos para evitar las rozaduras y las ampollas.

Zapatillas de senderismo Camino de Santiago

La importancia del calzado auxiliar 

Recuerda que diariamente caminarás una media de 20 kilómetros, por lo que al finalizar la etapa tus pies necesitarán descansar.

Sandalias o zapatillas de deporte: Te recomendamos meter en tu maleta un par de zapatillas o sandalias de repuesto. Las sandalias multifuncionales son perfectas, ya que también las podrás utilizar en verano en algunos tramos del Camino.

Chanclas: Imprescindibles para las duchas en los albergues y también te ayudarán a descansar y airear los pies.

Sandalias para hacer el Camino de Santiago

Usa vaselina para cuidar tus pies

Aplicarnos una fina capa de vaselina hidratará la piel y evitara que la fricción con el calzado nos produzca rozaduras o ampollas que a la larga pueden ser muy molestas. Para personas que suelan sudar mucho, lo más conveniente será el polvo de talco que mantendrá el pie seco y libre de hongos.

Cuidados de los pies en el Camino de Santiago

Prepara un botiquín

Más vale prevenir que curar, por lo que es muy recomendable confeccionar un pequeño botiquín que contenga todo lo necesario para curar una posible herida, pomadas, agujas para suturar,  gasas, vendas y algún antiséptico más serán  ideales en caso de sufrir cualquier lesión.

Hidrata tus pies

Después de una larga caminata, lo ideal es masajear la planta del pie con alguna crema hidratante después del baño y relajar la zona para que al día siguiente podamos afrontar la nueva etapa sin ningún problema. Es importante no ducharnos justo antes de salir a caminar, pues la piel emblandecerá y facilitaremos la aparición de ampollas.

Qué hacer ante una ampolla

Aunque no lo recomienden los médicos, será necesario tratar la ampolla si nos encontramos a mitad de recorrido, lo ideal es reventarla con una pequeña aguja desinfectada previamente tapando la herida con alguna tirita o gasa después,  para evitar una infección, debéis tener en cuenta que nunca se debe  retirar la piel sobrante, ya que lo único que conseguiremos será ampliar el foco de infección.

Ampolla en un pie que está curando

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