¿Estás pensando en hacer el Camino de Santiago y quieres dormir en un albergue de peregrinos? ¿Sabes cómo son y cómo funcionan? Si vas a peregrinar y “vas a ir de albergue”, sigue leyendo, esta información te interesará.

Los albergues y la hospitalidad en el Camino de Santiago

Los albergues del Camino de Santiago son los alojamientos tradicionales del peregrino que va a Santiago. Sus orígenes se remontan al mismísimo nacimiento del Camino en el siglo IX, y proliferaron durante la Edad Media, dado el numeroso y creciente tránsito de peregrinos medievales que se dirigían a Compostela.

La hospitalidad al peregrino, en la Edad Media, era ley sagrada y terrenal

Antes se denominaban hospitales, pero no eran lo que entendemos hoy por hospital, y su función se limitaba a dar hospitalidad, es decir, cobijo y comida de forma gratuita al peregrino, una figura protegida tanto por la autoridad civil como religiosa por sus sagradas intenciones de peregrinación. No obstante, muchos contaban con enfermería, pues el Camino era largo, duro y peligroso, y muchos peregrinos necesitaban atención médica (y otros morían, como atestiguan los muchos cementerios de peregrinos situados al lado de estos albergues medievales). De ahí la confusión.

Hospital medieval Camino de Santiago.

Cómo es hacer el Camino en albergue: pros y contras

Antes eran gratuítos, sin embargo hoy no. No obstante, si vas a hacer el Camino de Santiago en albergue, has de saber que los albergues son la opción más económica de alojamiento.

Creados expresamente y con preferencia para los peregrinos a pie, albergan en su interior amplias habitaciones con literas (rara vez hay camas) cuya capacidad varía, aunque suele ser de entre 6 y 12 plazas, a veces más. Las duchas y lavabos son compartidos, así como el salón y la cocina.

Alberge organizado por literas en el Camino de Santiago.

Hay tres tipos de albergues y algunas diferencias:

  • Albergues de titularidad pública, gestionados por autoridades locales y regionales. No aceptan reserva, y son los más económicos, entre 5€ y 8€.
  • Albergues de asociaciones y parroquias, similares a los anteriores, aunque algunos aceptan reserva y pueden ofrecer servicios extra. Cuestan entre 5€ y 12€.
  • Albergues privados, administrados por particulares o empresas. Aceptan reserva y cuestan entre 12€ y 15€ la noche, y suelen ofrecer servicios extra y más comodidades como lavandería, conexión a wifi, cocina, etc.

Ten en cuenta que al ser creados expresamente para los peregrinos, hay que acreditar tal condición llevando la credencial del peregrino, obligatoria para pasar la noche en los albergues, excepto en los privados.

Ventajas

Además de ser el modo más auténtico de peregrinar, otros pros de los albergues son:

  • El coste, pues como dijimos, es la opción más económica.
  • Conocer gente nueva y disfrutar del espíritu de camaradería, ya que compartirás noche con nuevas personas y de otras culturas.
  • La posibilidad de reservar anticipadamente, sólo posible en los privados.

Inconvenientes

Destacar lo más obvio: ronquidos y demás festival de ruidos nocturnos y mañaneros siempre estarán ahí, y no siempre dormirás todo lo bien que desearías. Además, otros contras son:

  • La acogida tipo “primer llegado, primer servido” de los albergues públicos, e insistimos en que si vas de albergue público no tendrás garantizada tu cama. De hecho, muchos peregrinos madrugan mucho (¡más ruido mañanero!) y a veces hay carreras para llegar primero al albergue.
  • Apagan las luces y cierran las puertas por la noche, y no puedes llegar más tarde de las 22:00 horas, aunque los privados son más flexibles.
  • La alta ocupación, pues entre primavera y verano los albergues pueden llegar a estar llenos y a veces tendrás que tener paciencia y esperar para usar la cocina, lavar la ropa o incluso utilizar los baños.
  • El confort, pues ofrecen menos comodidades y a veces están mal acondicionados, no siendo recomendables para personas mayores.

¿Qué más he de tener en cuenta?

Si quieres ir de albergue, sigue nuestro consejo: no te arriesgues a quedarte sin donde caerte muerto tras la etapa y reserva con antelación en un albergue privado. Si tienes la posibilidad de reservar una cama en un albergue privado, hazlo, pues a veces es muy complicado encontrar plaza in situ si no tienes reserva previa.

Grupo de peregrinos con sus mochilas en el Camino de Santiago.

Además, para asegurar una estancia lo más agradable posible, a continuación te facilitamos un listado con qué incluir en la mochila si vas de albergue, obviando el equipamiento y ropa necesarios para caminar:

  • Candado para asegurar tus pertenencias en los armarios o taquillas.
  • Saco de dormir, pues a veces los servicios son mínimos y no disponen de mantas.
  • Tapones para los oídos y una máscara para los ojos, si eres sensible al ruido y la luz;
  • Chanclas en la ducha, no vaya a ser que cojas hongos.
  • Regleta alargadera, te permitirá cargar baterías con un solo enchufe si llevas varios dispositivos electrónicos.

Y muy importante, mantén tu mochila organizada para facilitar la búsqueda de tus pertenencias, sobre todo las que usas con más frecuencia, y guarda tus enseres clasificados en bolsas de plástico, para evitar la humedad si llueve.

¿Cuál es el albergue perfecto para mi?

Insistimos, no hay que dejar nada al azar en el Camino, o por lo menos el dónde dormir. Por lo tanto, nosotros recomendamos siempre reservar con antelación un albergue privado, pues te garantizará una cama, mayor confort y servicios. Además de esta y otras ventajas, como la flexibilidad de horarios, en ellos siempre podrás compartir esas entrañables y divertidas cenas comunitarias elaboradas por ti y tus nuevos amigos peregrinos.

Albergues: hospitalidad y camaradería

Hacer el Camino de Santiago en albergues es una vivencia que te hará sentir como un peregrino de los de antes, una experiencia única, emocionante y asequible que te acercará a otros caminantes de todo el mundo. Si tienes en mente recorrer el Camino de Santiago, no dudes en explorar el mundo de los albergues de peregrinos. Nosotros te podemos ayudar, pues conocemos los mejores albergues privados y a los hospitaleros más majos de todas las rutas jacobeas, desde las más populares como el Camino Francés o el Camino Portugués, hasta las menos transitadas, como el Camino de Finisterre y Muxía.

Vistas de la catedral de Santiago desde la plaza del Obradoiro.

La atmósfera de camaradería que se experimenta en los albergues es una parte fundamental del Camino de Santiago

Escoge tu Ruta Jacobea preferida, prepara la mochila y lánzate a hacer el Camino de Santiago y dormir en albergues privados. En ellos tendrás siempre un lugar para ti y compartirás momentos con otros peregrinos, lo que te da la oportunidad de conocer personas con historias fascinantes y culturas diversas. ¡Te espera una experiencia inolvidable!