Una de las conversaciones más típicas entre los peregrinos a Santiago es la dureza de ciertas etapas. La elevada cantidad de kilómetros, la falta de servicios y sombra de algunas de ellas o climas adversos son algunos de los temas más comentados. Pero, sin lugar a dudas, las subidas y cuestas duras del Camino de Santiago son las reinas de las conversaciones entre la comunidad peregrina.
¿Cuál es la etapa más dura del Camino de Santiago? ¿En qué etapas hay que tener mayor preparación física? ¿Cuáles son las subidas más duras? ¿Qué tramos son más retadores? Todas estas preguntas os las responderemos en este artículo, en base a nuestra experiencia y a la propia de nuestros peregrinos.
¿Cuál es la etapa más dura del Camino de Santiago? Las 10 más comentadas
En todos los recorridos y etapas del Camino de Santiago hay mucha belleza, naturaleza y patrimonio. Eso sí, todo esto, entre decenas de kilómetros, con tramos y etapas más fáciles de recorrer y otros más complicados. Estos últimos se caracterizan, sobre todo, por tener grandes desniveles y que, a veces, acumulan muchos kilómetros de ascenso.
No obstante, con una adecuada preparación física y mental estos retos se pueden superar, además de contar con el mejor asesoramiento. Por ello, a continuación te queremos informar de los 10 tramos y subidas más comentadas por su exigencia física de entre todas las rutas jacobeas. Algunos de ellos, para muchos, forman parte de la etapa más dura del Camino de Santiago.
Saint-Jean-a-Pied-de-Port – Collado Lepoeder
Comenzamos con el Camino Francés en la frontera de Francia y España, con uno de los ascensos más comentados entre los peregrinos. La etapa entre Saint-Jean-a-Pied-de-Port y Roncesvalles tiene un punto de inflexión, el mítico Collado Lepoeder. En una distancia de unos 20 km se pasa de 150 m. a unos 1450 m., una de las famosas cuestas duras para quien haga todo el Camino desde aquí.
Este tramo oficial, conocido como “Ruta de Napoleón”, es un duro pero hermoso tramo que tiene una variante por Valcarlos, más corta y menos dura. Todo peregrino que haga esta etapa deberá tomar esta variante si peregrina entre noviembre y marzo, debido a las condiciones climáticas extremas de nieve. Avisados estáis, y además hay multa.
Cizur Menor – Alto del Perdón
Avanzamos por la ruta francesa y en la cuarta etapa nos encontramos con otras de las subidas más comentadas entre la comunidad peregrina: la subida al Alto del Perdón. Entre Cizur Menor y este mítico punto, con su famoso conjunto escultórico jacobeo, hay unos 8,5 km en los que se ascienden unos 300 m.
Hospital – O Cebreiro
Ya entrando en Galicia por esta ruta franca se llega, quizás, al lugar más mítico de esta travesía: el monte de O Cebreiro. Este punto sería el final de la 27ª etapa del Camino Francés desde su inicio en España: para algunos, la etapa más exigente y una de las cuestas duras del Camino. De hecho, es considerada como la Etapa Reina, pues es el mayor ascenso de la ruta francesa.
Tras recorrer 27,8 km, una distancia considerable, hay que afrontar un tramo final de subida: unos 600 m. en 8 km, ¡casi nada! No obstante, los sublimes paisajes, la entrada a Galicia y su “hiperfotografiado” monumento hacen que el ascenso merezca la pena. Además, la llegada final a la bucólica y mítica aldea de O Cebreiro será la mejor recompensa, con su iglesia de Santa María la Real y sus históricas pallozas.
Boente – Arzúa, el famoso “rompepiernas”
Y para finalizar con el Camino Francés, no podemos olvidar el archiconocido como “rompepiernas”, es decir, el tramo final entre Melide y Arzúa. A partir de la iglesia de Santiago de Boente los peregrinos se enfrentan a una combinación de tres pares de bajadas y cuestas duras. Como si de una montaña rusa se tratara, en este tramo de los últimos 100 km del Camino Francés hay que tener atención a las piernas, tobillos y rodillas. Las pendientes no son muy pronunciadas, pero son 8 km finales que para los que comienzan desde Palas de Rei necesitarán un masaje en Arzúa.
Codesal – Alto da Portela Grande de Labruja
Si el Camino Portugués es bastante llano y asequible para cualquier peregrino, no está exento de alguna subida. En Portugal, en la etapa número 20 entre Ponte de Lima y Rubiães, los caminantes se enfrentan al Alto de A Portela Grande en Labruja. En 4,2 km de distancia se asciende unos 300 m entre bosques y bellos paisajes en una etapa corta pero con un exigente reto.
Combarro – Armenteira
Siguiendo en el Camino Portugués, pero tomando la Variante Espiritual en su primera etapa entre Pontevedra y Armenteira, los peregrinos tienen otra cuesta dura. El Camino llega a Combarro, un hermoso pueblo al nivel del mar y salpicado de hórreos, para ascender unos 400 m. durante 7 km.
Pola de Allande – Puerto del Palo
En el Camino Primitivo, en la quinta etapa entre Pola de Allande y La Mesa, hay otra subida exigente. La etapa comienza con una subida progresiva, que pasa de 525 m. para llegar a los casi 1200 m del Puerto del Palo durante 8,4 km.
Augapesada – Trasmonte
En el Camino de Finisterre y Muxía, en la primera etapa entre Santiago de Compostela y Negreira, hay una subida interesante. Comenzando en el lugar de Augapesada, efectivamente al peregrino le espera una subida un poco pesada: se suben unos 200 m. en unos 2 km. A mitad del ascenso el peregrino puede refrescarse en una fuente y finalmente descender a Pontemaceira, el premio tras este reto en Camino a Finisterre.
Vao – As Travesas
Pasamos al Camino Inglés desde Ferrol, que en la etapa entre Betanzos y Bruma ofrece una breve pero empinada subida entre Vao y As Travesas. Aproximadamente en 1,5 km se suben unos 125 m para llegar al punto más alto de los últimos 100 km de esta ruta inglesa.
Oseira – Villarero
Y por último, en el Camino Sanabrés podemos destacar la etapa entre Cea y A Laxe-Lalín, en los últimos 100 km desde Ourense. Esta es una variante larga de la 11ª etapa que ofrece una subida interesante a partir del monasterio de Oseira, cuya visita merece el esfuerzo. Tras visitar el cenobio, al peregrino le espera una subida de 180 m. a realizar durante 2 km.
“Sin dolor no hay gloria”
Así dice el refrán peregrino. Nadie dijo que hacer el Camino es algo fácil, y en ocasiones encontrarás cuestas duras que exigirán esfuerzos físicos. No obstante, son bien conocidos los beneficios físicos, mentales y psicológicos que el Camino te puede aportar. Con una buena preparación física y mental podrás superar todos estos retos, pero si quieres algo más ligero, contáctanos y te recomendaremos rutas asequibles. Eso sí, la última subida no te la perdonamos: subir las escaleras para dar el abrazo al Apóstol en la Catedral de Santiago.
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