A día de hoy Santiago de Compostela recibe cientos de miles de peregrinos cada año, aún a pesar de cómo haya podido afectar la pandemia al turismo y a la peregrinación. Pero no siempre fue así, pues en muchos momentos de la Historia rozó la desaparición. Pero más allá de estadísticas y cantidades, una de las preguntas más habituales entre nuestros peregrinos es la siguiente: ¿quién fue el primer peregrino del Camino de Santiago? Hay quien dice que el primer peregrino fue el propio Santiago, pero eso no tiene mucho sentido, pues con la peregrinación es a él a quien se busca.

Para esta pregunta no existe respuesta segura ni concreta, ya que existe mucha información basada en leyendas, ideas preconcebidas o tradiciones, pero nada tangible que corrobore exactamente quién fue. A continuación presentamos algunas de las hipótesis que barajan los historiadores especialistas en el Camino de Santiago.

El rey Alfonso II, la teoría más extendida

José Miguel Andrade, experto en el Camino y profesor de Historia Medieval de la Universidad de Santiago de Compostela, afirma que “la tradición cuenta que el obispo Teodomiro informa al rey Alfonso II de que fue hallado el cuerpo de Santiago y el rey viene en peregrinación hacia el año 820, convirtiéndose en el primer peregrino”, con el fin de corroborar dicho descubrimiento del prelado. Ese viaje habría dado lugar además al surgimiento del primer Camino, el conocido como el Camino de Santiago Primitivo desde la actual Oviedo. Eso se debe a que la capital asturiana era el lugar en el que se encontraba la residencia real, sí, pero surge un primer problema, y es que no existe ningún documento contemporáneo a los hechos que valide esta teoría: ni de la realización de la ruta y ni del punto de partida en caso de haber emprendido el viaje, ya que no se menciona esta travesía hasta dos siglos y medio después, en la Compostela del siglo XI.

Estatua de Alfonso II en Oviedo

Además, si tenemos en cuenta la vida de un rey por aquel entonces, nada nos puede asegurar que el monarca, de haber peregrinado a Santiago de Compostela, lo hubiese hecho desde Oviedo y no desde cualquier otro punto del reino. De hecho, de ser cierto, lo más probable es que el Camino emprendido no sea el mismo que, siglos después, fue trazado para unir Oviedo con Santiago de Compostela, ya que es poco probable que se hubiese realizado un viaje tan directo sobre el mapa.

¿Y por qué Alfonso II? Es importante tener en cuenta que la primera referencia documental en la que se habla de la iglesia de Santiago de Compostela es una donación del mismo Alfonso II, pero eso no certifica en absoluto que sea él y no otro el primer viajero que llegó a ver los restos del Apóstol. “La tradición dice eso, pero no hay ninguna prueba documental que lo mantenga. Si fue el primer peregrino o no es completamente imposible de saber”, afirma Andrade, dando mucha importancia a la evidencia documental.

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Un ciego alemán, primera evidencia peregrina documentada

Como evidencia más antigua, existe constancia de un clérigo peregrino alemán que en el año 930 dice haber viajado a Santiago de Compostela. Quizás menos verosímil es lo que escribe en dicho documento, pues en él narra, tras haber regresado a casa, cómo fue su viaje a Compostela y cómo, gracias a su peregrinación, el Apóstol Santiago le curó la ceguera. En este sentido, el historiador alemán Klaus Herbers asegura que en esa época “Santiago era conocido en Alemania como centro de peregrinación”.

El peregrinaje literario del obispo Godescalco de Le Puy

La de Godescalco es una historia documentada y curiosa. Él, un obispo francés de Le Puy en Velay, donde nace la actual Vía Podiense, peregrinó en el año 951 a la Sede Compostelana con un séquito de muchos peregrinos. En su camino a Santiago se sabe que pasó por Pamplona y Logroño, donde curiosamente se desvió unos 15 kilómetros hacia el sur, con destino a un nuevo monasterio en Albelda (La Rioja), localidad arrebatada a los musulmanes por Ordoño I rey de Asturias en el año 924, pocos años antes.

¿El motivo? Solicitar una copia de un manuscrito de San Ildefonso, obispo de Toledo del siglo VIII sobre la Virgen, del cual carecía su diócesis, de conocida devoción mariana y en busca de textos litúrgicos marianos. La copia, que hoy se conserva en la Biblioteca Nacional de Francia (París) con el resto de sus partes, se llama Manuscrito Godescalco, como apunta Roger Reynolds, del Instituto Pontificio de Estudios Medievales y peregrino a Santiago de Compostela en tres ocasiones (más recientes en el tiempo).

Una imágen de Godescalco de Puy

Y es ahí, en el propio prólogo del manuscrito, donde queda el registro de esa solicitud y constancia de su viaje, ya que en él se expone que la solicita en su camino de ida Santiago, para recoger a la vuelta, dejando patente, esta vez sí, la aventura. Por lo tanto, estamos ante el primer peregrino conocido cuyo viaje fue documentado en el momento en que lo realizaba, lo que no quiere decir tampoco que se trate del primer peregrino.

El bueno de Godescalco afirma que nació el día en que el Apóstol ascendió a los cielos, el 25 de julio, cuando además él mismo fue nombrado obispo. Se ve que era muy devoto también del Hijo del Trueno, y se ĺlevó un bonito souvenir de su visita al Camino de Santiago.

¿Tal vez Carlomagno?

Especial mención merece el emperador Carlomagno. No consta que haya llegado a la mitra compostelana, pero su historia es otra de tantas en la que los documentos (posteriores), lo sitúan en el Camino, en este caso como creador del mismo.

¿Por qué se mencionan tales hechos en el Códice Calixtino del siglo XII, tres siglos después de su muerte? Probablemente, y como era habitual en la época, con la intención de vincular el descubrimiento de los restos del Apóstol con la monarquía para darle prestigio al hallazgo. Pero parece que la historia es bastante improbable.

Una estatua de Carlomagno en Francia

Seguiremos investigando, pero siempre con certezas documentales

La historia del Camino de Santiago y de los primeros peregrinos a la recién descubierta Tumba del Apóstol en Compostela, como por ejemplo la más extendida, la de Alfonso II, “es una historia que está escrita dos siglos y medio después del acontecimiento. Aparece en crónicas y textos de la Compostela del siglo XI. En función de eso, no sabemos nada. No sabemos siquiera si Alfonso II fue alguna vez a Compostela”, afirma la francesa Adeline Rucquoi, miembro del Comité de Expertos del Camino de Santiago.

Con todo esto podemos concluir que es difícil saber exactamente quién ha sido el primer peregrino del Camino de Santiago, ya que es difícil contrastar determinadas fuentes. ¿Es probable que se trate de Alfonso II? Sí, pero tan probable como improbable, por lo que habrá que dar cancha a los investigadores para que sigan trabajando en aclarar una de las grandes dudas de la historia jacobea. Seguiremos peregrinando en la historia para encontrar las huellas de aquéllos que comenzaron a forjar el Primer Itinerario Cultural Europeo, ¿nos acompañas?