Santiago de Compostela, la pequeña capital gallega, es un destino turístico que pocos competidores pueden igualar en cuanto a variedad, vida y calidad turística. Desde sus recursos culturales y naturales pasando por su rica gastronomía o tradiciones ancestrales, Santiago ha conseguido ser uno de los destinos turísticos mejor valorados por sus visitantes. No en vano, Galicia es la cuarta comunidad autónoma con mayor número de Q’s de calidad turística. Más concretamente, Santiago cuenta con veinte establecimientos premiados con este reconocimiento. A esto que hay que sumar, ciento cincuenta y nueve con el distintivo de Compromiso de Calidad Turística. Y es que este es el resumen del éxito de este destino, la alta calidad con una oferta cada vez más variada para satisfacer a cualquier tipo de turista.
La Calidad histórica
Como principal recurso cultural, sin duda, Santiago ofrece su monumental catedral románica (con reformas barrocas posteriores) visitada cada año por miles de peregrinos que transitan todas las variantes de su espectacular camino. El casco antiguo ofrece multitud de edificios históricos rodeados por calles que nos trasladan en la historia a épocas pasadas. Todo esto en un espacio fácil de transitar, a distancias agradables que nos permiten recorrer sus calles históricas caminando y deleitándonos con cada detalle.
Gastronomía. Su Calidad y Cantidad.
Su gastronomía es un reclamo exquisito para todo viajero que pase por la ciudad. La cercanía a la costa atlántica hace que este destino disponga de un amplio catálogo de marisco y pescado fresco de altísima calidad. Los mariscos se pueden degustar cocidos, a la parrilla, en deliciosas empanadas gallegas, arroces y de muchas otras formas. Preferiblemente estos platos van acompañados por un Albariño de la tierra en restaurantes emblemáticos como El Mercadito.
Tampoco puede faltar el sabroso y tierno pulpo a la gallega en cualquier degustación gastronómica, tan popular y extendido por toda la geografía española pero raramente comparable al que se prepara en Santiago y, más concretamente, en la pulpería Fuentes, modesta en sus instalaciones pero muy valorada por la gente del lugar y muchas veces obviada por los turistas. También merece especial atención los deliciosos quesos que llegan a Santiago de localidades cercanas, entre los que cabe destacar el queso de San Simón, el de tetilla y el mencionado Arzúa-Ulloa. Como guinda al pastel, no podemos dejar de probar la deliciosa tarta de Santiago elaborada con almendras, huevos, azúcar, mantequilla y canela. Para bajar las comilonas, los mejores aliados serán los licores y orujos gallegos. Son algunos de los sitios con mayor calidad de Santiago.
El Entorno.
El entorno natural de Santiago es otro tesoro a explorar. La cercanía a los ríos Ulla y Tambre, su relieve irregular y la cercanía a la costa, lo sitúan en el centro para la práctica de diversas actividades como buceo, termalismo, descenso de ríos, pesca y mucho más.
En cuanto a infraestructura hotelera, Santiago cuenta con más de 120 establecimientos hoteleros. Entre ellos se encuentran los pequeños hoteles con encanto del casco antiguo o los nuevos hoteles construidos de reconocidas cadenas hoteleras. La ciudad está bien comunicada por autovías que conectan con todas las capitales de provincia y carreteras secundarias de nueva construcción para visitar las localidades cercanas. La ciudad dispone de un servicio eficaz de autobuses urbanos y entre municipios, taxis, estación de tren y aeropuerto.
Por último, la oferta en servicios turísticos estará siempre disponible para el turista que pretenda saber qué es el camino de Santiago. En la ciudad se encuentran numerosas asociaciones de guías que hacen que nuestra estancia en Santiago además de ser monumental, cobre más sentido. Hay también empresas dedicadas a la elaboración de rutas por la naturaleza y desarrollo de multitud de actividades al aire libre. Completan así la amplia oferta de un destino envidiado por sus competidores.