Muchas veces han sido, y siguen siendo, las que vosotros, queridos peregrinos, nos hacéis esta pregunta: ¿se puede hacer el Camino de Santiago en tienda de campaña? Una pregunta interesante, pues a muchos nos gusta todo lo relacionado con acampar, una forma de viajar con un importantísimo e interesantísimo componente de aventura como ventaja, aunque también tiene sus inconvenientes. En este artículo vamos a ver estas y otras cuestiones, pero primero debemos contestar a la pregunta de si se puede o no hacer el Camino de Santiago en tienda de campaña.

Con la ley nos hemos topado

Pues sí, en este tipo de cuestiones, hay que consultar la normativa vigente y ver qué dice la ley, que en España puede variar de una Comunidad Autónoma a otra.

En primer lugar, hay que diferenciar la acampada en lugares habilitados con la acampada libre. Por supuesto, la acampada en lugares habilitados está permitida, ya que ésta es la función de estos lugares, los campings. En el Camino de Santiago podemos encontrar muchos tipos de alojamientos, como albergues, pensiones, hoteles, etc… e incluso campings, si bien no los encontraremos siempre. En cualquier web especializada sobre campings puedes consultar los disponibles en función de la ruta que vas a hacer. Siendo de este modo, la respuesta es sí, se puede hacer el Camino de Santiago en tienda de campaña.

La guardia civil a caballo con unos peregrinos

En cuanto a la acampada libre, aquí la ley, en términos generales, es clara: no se puede hacer acampada libre y espontánea en una zona no permitida, que generalmente son todas las que no son campings. No obstante, los distintos municipios pueden disponer de algún lugar o espacio público que, no siendo un camping, pueda estar habilitado para la acampada delimitada y controlada, siendo lo más parecido a una acampada libre. Es decir, de este modo y en términos generales, no se permite, aunque puede haber excepciones. Por lo tanto, asegúrate bien y consulta a las autoridades locales, te puedes arriesgar a una multa de varios ceros.

La excepción que confirma la regla

Viva el refranero español, que siempre nos da un nuevo punto de vista.

Otra cosa es encontrar un espacio privado, como el jardín de un albergue o de un domicilio particular, el patio de una iglesia, la finca de algún propietario, entre otros, donde el propietario o responsable nos permita acampar, a veces pagando y otras no. Esto sucede con asiduidad en albergues públicos, que muchas veces son edificios exentos con algún terreno disponible, y tal  vez el amable hospitalero nos deje abrir nuestra tienda en él o tal vez dormir al raso. Hemos conocido casos en los que se ha permitido acampar pagando, pudiendo así utilizar los baños y cocinas del albergue.

Cocina de albergue privado

Las etapas del Camino de Santiago generalmente empiezan y acaban en núcleos rurales o urbanos, aunque siempre habitados. Si bien tampoco se puede, una opción que mucho peregrino toma es acampar en bosques o zonas alejadas de núcleos habitados, aunque esta opción nos deja sin servicios cercanos y con cierto componente de peligrosidad, al estar aislados.

¿Qué implica acampar?

Estaremos de acuerdo: acampar es una experiencia excitante con un alto componente de aventura, sobre todo si es acampada libre; es ésta una primera ventaja, quizás la principal, pero acampar conlleva también algunos inconvenientes.

Tienda de campaña en el bosque

Sea en un espacio habilitado o no, hacer el Camino de Santiago con tienda de campaña implica eso, cargar con la tienda de campaña. En el mercado podemos encontrar muchos modelos de tiendas de campaña, y si queremos peregrinar caminando deberemos escoger la tienda que pese menos. Lo ideal es disponer de una tienda de campaña para una persona, cuyo peso debería oscilar entre un kilogramo y no más de dos. No es difícil encontrar una tienda que cumpla este requisito, pero también hay que tener en cuenta que nos puede llover en las noches peregrinas, y la tienda ha de estar preparada para ello.

Por otro lado, quien acampa, suele hacerlo porque no dispone de muchos recursos económicos y prefiere gastar poco, lo cual es extensible a comer y demás necesidades. Si además de acampar debes prepararte tus comidas, deberás cargar también con hornillos, camping gas y similares, además de todo el instrumental necesario para cocinar (menaje, alimentos, etc…). Ello conlleva más peso y más carga, y deberás tenerlo en cuenta si además de acampar quieres ser completamente autosuficiente. Además, si la acampada libre está prohibida, lo mismo sucede con hacer fuegos y usar hornillos en cualquier lugar, que por motivos de seguridad, suele estar prohibidísimo. Volvemos a lo mismo, sólo se pueden utilizar en lugares habilitados, y en relación al riesgo de incendios forestales, y sobre todo en los meses de verano, deberás estar muy pendiente de la normativa.

Una tienda de campaña en la montaña

En cuanto al tema de la higiene, no puedes cargar con una ducha y un calentador de agua. Deberás lavarte como un peregrino antiguo, en ríos o fuentes, o bien pagar el uso de una ducha en un albergue pero, para eso, págate una cama también, ¿no crees?

Peregrinos caracoles

Siempre que realizamos algún Camino de Santiago nos encontramos con lo que llamamos peregrinos caracoles, caminantes que viven con la casa a cuestas. Muchas veces llevan tiendas de campaña, o toldos en los que levantan una pequeña morada en medio del bosque, sobre todo en el Camino de Santiago Francés y en el Camino de Santiago de Finisterre y Muxía.

Suelen ser peregrinos que viven en el camino, generalmente acompañados de alguna mascota e incluso animal de carga, como un burro o caballo. De ellos os hemos hablado en este artículo, y no son casos tan extraños, y no dejan de ser personas que escogen un estilo de vida muy particular. Suelen ofrecer música, artesanía e incluso sello, y hacen del peregrinaje su forma de vida. No obstante, si bien se establecen en zonas de bosque y de no fácil acceso, seguramente más de una vez hayan tenido que responder ante las autoridades, debido a que acampan en lugares no habilitados.

Poder, se puede

En conclusión, sí se puede hacer el Camino de Santiago en tienda de campaña, pero con las particularidades que te hemos comentado. Infórmate y busca campings o zonas de acampada habilitadas, que como decimos los gallegos en relación a las brujas, ¡haberlas, hailas! Tu experiencia peregrina se verá muy enriquecida y, al igual que peregrinando conoces mucha gente, de esta forma tendrás incluso la posibilidad de compartir mucho más con tus nuevos amigos peregrinos acampados: además de tu tienda de campaña, te llevarás encima muchas conversaciones, cenas, cielos estrellados y muchas emociones que no olvidarás jamás.