La Catedral de Santiago, además de albergar las reliquias del Apóstol Santiago y ser meta de todo peregrino, contiene un elemento icónico de la ciudad. El Botafumeiro, ese gran incensario volador, es, como sabrás, uno de los grandes atractivos de Santiago de Compostela y de su catedral. Acompáñanos a descubrir todo sobre el Botafumeiro, el icono de Santiago de Compostela y uno de los símbolos del Camino de Santiago.
Historia del Botafumeiro
El uso de incensarios en la liturgia cristiana es muy común, y su uso deriva de precedentes en el culto judío. Ya en antiguos ritos orientales, desde Egipto hasta Grecia, se registra el uso del incienso y del acto de incensar, especialmente en rituales solemnes. Hoy en día, el Botafumeiro de Santiago no es el único incensario existente, pero sí es, quizás, el más famoso en toda la Cristiandad.
Antes de sumergirnos en la historia de este incensario, vamos a aclarar su nombre. La palabra botafumeiro es el término por el que se conoce el incensario de Santiago de Compostela desde el siglo XIX. Esta palabra significa literalmente, y en gallego, “el que echa humo”, que en términos más técnicos se denomina turíbulo.
Orígenes y primeros usos
Los orígenes del turibulum magnum o “gran incensario” se remontan al siglo XIV. Una nota marginal del Códice Calixtino fechada en 1322 registra el uso de un incensario, relacionado con la procesión del relicario de Santiago Alfeo.
Sus primeros usos tenían un sentido litúrgico, relacionando el olor del incienso con un efecto purificador. No obstante, el botafumeiro también tenía una función práctica, que no era otra que la de ambientar el interior de la catedral. Hasta el siglo XVI los peregrinos no sólo se aglomeraban en la catedral para venerar al Apóstol, sino que incluso pernoctaban dentro de ella. En aquellos tiempos, el olor en la catedral podía ser bastante intenso, y el incienso ayudaba a mantener un ambiente más agradable.
En un primer momento, el incensario estaría instalado sobre un primitivo sistema de vigas de madera, tal vez en el crucero de la catedral. De los incensarios más antiguos no disponemos de mucha información, y se cree que serían de plata y de forma distinta al que conocemos. La memoria colectiva popular, aunque sin certezas documentales, recuerda un incensario de plata confiscado por el ejército de Napoleón en 1809, durante la invasión francesa. ¿Sería tal vez aquél que costeó el rey Luis XV de Francia en el siglo XV?
Evolución a lo largo de los siglos
Entre los siglos XV y XVI se realizaron los trabajos del nuevo cimborrio del crucero de la catedral, donde hoy se sitúa el botafumeiro. En este contexto aparece Juan Bautista Celma, un polifacético artista denominado por algunos como “el Leonardo da Vinci español”. A finales del siglo XVI, este hombre ingenia un entramado de hierro fundido que sustituye al anterior de madera. Lo interesante es que idea un mecanismo de poleas que permite el vuelo del incensario por el transepto de la catedral sin peligros.
Como vemos, el botafumeiro ha evolucionado tanto en sistema de vuelo como en diseño y tamaño. Tal vez fabricado para sustituir al robado por los franceses, el actual botafumeiro data de 1851, y fue fabricado por el orfebre compostelano José Losada. En 1971 se realizó una copia, donada por la Hermandad de Alféreces Provisionales de Madrid. Ambos se conservan en la Biblioteca Capitular.
Significado y función del Botafumeiro
El uso del botafumeiro se ha mantenido a lo largo de los años, consolidándose como una parte esencial de las tradiciones de Santiago de Compostela.
Importancia religiosa y simbólica
El botafumeiro no es un simple objeto ceremonial, sino que tiene un significado profundo y simbólico, representando la oración y la purificación. El humo del incienso vuela elevándose al cielo al igual que las oraciones de los fieles, reforzando la conexión espiritual con lo divino.
Uso en ceremonias y liturgias
El botafumeiro se utiliza en ceremonias especiales dentro de la catedral. Durante las misas solemnes, especialmente en ocasiones importantes, su impresionante vuelo por la nave central de la catedral es un espectáculo. Emociona verlo volar, mientras la música de órgano resuena dentro de la catedral.
Diseño y fabricación del botafumeiro
Como dijimos, de los antiguos botafumeiros no tenemos muchas noticias. Hoy existen dos, pero vamos a centrarnos en el que se usa habitualmente realizado por José Losada en 1851.
Materiales y técnicas
Realizado en latón plateado, mide 1,50 metros de altura desde la anilla hasta la base, con un cuerpo central de 90 cm. En él se colocan las brasas y el incienso, siendo su diámetro más ancho de 59 cm. El peso del incensario llega a los 54 kilos en total.
Esta famosa pieza fue restaurada por primera vez en abril de 2006, reforzando su estructura de latón y bronce y renovando su baño de plata. La restauración fue realizada por el taller madrileño de Molina Acedo. Con una artesanía única, es un testimonio del talento y la dedicación de los orfebres que lo crearon.
Vuelo del botafumeiro
Para que el botafumeiro alcance su famoso vuelo, se amarra a una gruesa cuerda de unos 60 metros. Esta pasa por un entramado de hierro situado en el cimborrio de la catedral, a 22 metros de altura, y por una polea
La cuerda desciende hasta el suelo del altar mayor, donde los tiraboleiros, 8 hombres fuertes, serán los encargados de tirar de ella. Con el botafumeiro elevado a un metro de distancia, uno de ellos lo balancea ligeramente, para unirse a los demás y tirar de la cuerda.
Logran que se eleve a lo largo de la nave del crucero, de 65 metros de ancho, formando un arco de unos 50 metros. Según expertos ingenieros, el botafumeiro alcanza una velocidad de 68 km/h y un ángulo máximo de 82º. Está diseñado para que nunca choque con el techo, quedando a un metro de distancia en cada vuelo. Su tiempo en movimiento es de unos cinco minutos.
El Botafumeiro en la Catedral de Santiago de Compostela
Ver funcionar el botafumeiro en la catedral de Santiago es uno de los reclamos más importantes de la ciudad. En acción tras el sacramento de la comunión durante la misa, veamos cuándo podemos verlo funcionar.
Eventos y festividades: horarios y días de activación
El Botafumeiro se activa en misas celebradas en ocasiones especiales, como en las fechas señaladas en la liturgia de la catedral. En la web de la Oficina del Peregrino de Santiago de Compostela nos indican las siguientes fechas:
- Epifanía del Señor: 6 de enero
- Domingo de Resurrección
- Ascensión del Señor
- Aparición del Apóstol-Clavijo: 23 de mayo
- Pentecostés
- Martirio de Santiago: 25 de julio
- Asunción de María: 15 de agosto
- Todos los Santos: 1 de noviembre
- Cristo Rey
- Inmaculada Concepción: 8 de diciembre
- Navidad: 25 de Diciembre
- Traslado de los Restos del Apóstol: 30 de diciembre
El horario de la misa puede variar, aunque es muy común verlo en las misas de 12:00 y de 19:30.
Además, es posible realizar una donación a la catedral para que pongan en funcionamiento el botafumeiro según demanda de los fieles, para cualquier misa. Esta opción es muy común entre grandes grupos de peregrinos que realizan el Camino de Santiago. De esta forma, además, se les reserva un asiento en primera fila y se les hace una mención especial durante la misa. En la citada web hay información sobre cómo solicitarlo.
Generalmente, es en los años santos compostelanos cuando hay mayores oportunidades de verlo funcionar.
Curiosidades del Botafumeiro: anécdotas y leyendas
Seguramente estarás pensando si se ha dado algún accidente, percance o caída del botafumeiro en la historia, ¿verdad?
A lo largo de los años, el Botafumeiro ha sido protagonista de numerosas anécdotas y leyendas. En 1499, salió disparado por la puerta de As Praterías ante la infanta Catalina. Ella era hija de los Reyes Católicos y peregrinaba a Santiago antes de viajar a Gran Bretaña para casarse con el Príncipe de Gales. En 1622, de manera menos espectacular, se rompió la cuerda y cayó contra el suelo.
En el siglo XX se desprendió el 26 de julio del Año Santo de 1937. Se dice que el estruendo se confundió con el de una bomba de la Guerra Civil. Y más cerca en el tiempo, le rompió las costillas y la nariz a un incauto que se acercó demasiado. En ningún caso hubo que lamentar vidas humanas.
Cómo presenciar el Botafumeiro en acción
Toma nota: llegar temprano es recomendable para asegurar un buen lugar desde donde observar. Eso sí, ello te podrá implicar hacer una cola de entre 30 o 60 minutos, por lo menos. Si nunca lo has visto, te garantizamos que valdrá la pena la espera.
Ver volar este icono de Santiago Compostela es algo que deberías hacer al menos, una vez en la vida. Si deseas ver el Botafumeiro en acción, planifica tu visita a la Catedral de Santiago de Compostela durante una de las misas solemnes. Quién sabe, tal vez tras recorrer una de las rutas jacobeas, completando así tu experiencia de una forma especial.
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