Las diferentes Rutas del Caminos de Santiago son más que conocidas por los peregrinos experimentados, pero no todos tienen la suerte de contar con estas vivencias. ¿Qué camino se adapta mejor a ti? Tenemos la respuesta.
Todos los caminos llevan a Santiago.
Además del famoso Camino Francés, contamos con el Camino Portugués, Camino a Fisterra, Camino del Norte, Primitivo, Sanabrés, etc. los cuales(obviamente exceptuando el a Camino Finisterre) todos tienen un destino común: Santiago de Compostela. Cada uno con sus encantos, todos ellos nos ofrecen experiencias y sensaciones distintas que nos acompañarán a lo largo de nuestra vida.
Los distintos Caminos de Santiago: Camino Francés
Como recomendación, aconsejamos que el primer camino a vivir de entre todos sean las Etapas del Camino Francés, que comienzan en Saint Jean de Pied de Port y agrupa un total de 31 etapas hasta Santiago. No presenta etapas complicadas y, al ser de las rutas más conocidas, cuenta con una infinidad de albergues, hostales y servicios de toda clase. Si no quieres hacer todas las etapas, puedes empezar desde Sarriá, con lo que solo recorrerás los últimos 100 kilómetros. Curiosamente, algunas de las últimas etapas del Camino Francés convergen con la trayectoria de otros caminos como el Camino Primitivo, coincidiendo en la famosa tierra del queso, Arzúa.
Los distintos Caminos de Santiago: Caminos que convergen en Arzúa
El Camino Primitivo tiene su origen en Oviedo, y aglutina un total de 13 etapas bien señalizadas que permiten una buena llegada incluso en las etapas boscosas. Es ésta la primera ruta transitada hasta la tumba del Apóstol Santiago según cuenta la historia.
Otra ruta que culmina en Arzúa es el Camino del Norte, que une 32 etapas que además de enlazar con el Camino Francés, coincide previamente con el Camino Primitivo. Aunque transcurre por un sinfín de zonas turísticas, no es un camino muy concurrido a día de hoy por los peregrinos, pese a su cantidad de opciones de alojamiento.
Los distintos Caminos de Santiago: Camino Portugués
El Camino Portugués nos lleva a la tierra de las famosas angulas y el salmón, Tui. Su maravillosa gastronomía nos ayudará a cargarnos de energía para hacer frente a las 6 etapas de fácil tránsito por las que discurre.
Este Camino Portugués de Tui a Santiago empieza en la capital Lusa, en Lisboa y remonta el país hasta entrar en España por Tui. Este camino tiene una longitud desde Lisboa de 600 kilómetros aproximadamente y desde Oporto son unos 240 kilómetros. De los distintos caminos es el segundo con mayor afluencia de peregrinos.
Los distintos Caminos de Santiago: Camino Sanabrés
Además de la cocina típica de los pueblos que están en las rutas de los diferentes Caminos a Santiago, también nos encontraremos con un importante número de monumentos y leyendas. Un claro ejemplo es el Camino Sanabrés, que es la última parte de una de las dos ramificaciones del también conocido como Vía de Plata, que con inicio en Granja de Moreruela, nos conducirá a través de 13 etapas en las que encontraremos el monumento de El Santiago peregrino de Santa Marta de Tera, entre muchos otros.
Los distintos Caminos de Santiago: Camino Mozárabe y Vía de la Plata
El camino mozárabe es el camino que parte desde Andalucía y tiene varios inicios. No parte de todas las provincias de Andalucía, sino solo de Málaga, Granada, Jaén, Córdoba y Almería. Esta ruta enlaza con la Vía de la plata a la altura de Mérida.
El camino que parte desde Sevilla es el que se conoce con el nombre de vía de la plata, y parte desde Sevilla hasta llegar a Mérida donde se junta con el Camino Mozárabe.
Los distintos Caminos de Santiago: Camino a Fisterra
Por último, hablaremos del Camino a Fisterra, cuya meta es esta preciosa localidad en lugar de Santiago de Compostela. Este itinerario agrupa unas 5 etapas hasta Fisterra de una dificultad media a la hora de abordarlas.
Independientemente de la dificultad de cada etapa y pese a que todos los caminos existentes, con sus distintos nombres, nos harán experimentar diferentes emociones, sensaciones y vivencias, el camino no se anda… ¡el camino se vive!