Información sobre Neda
Al fondo de la ría de Ferrol encontramos la encantadora villa de Neda, uno de los municipios más bonitos de esta zona norte y que forma parte de dos importantes rutas de peregrinación: El Camino Inglés y el Camino a San Andrés de Teixido.
Durante siglos, el desarrollo del pueblo giró en torno al río Belelle. En sus orillas no sólo tuvo lugar la evolución de la sociedad de la villa, sino también una importante industria entorno al pan gracias al gran número de molinos de la zona.
Qué ver y hacer en Neda
Pan de Neda
El pan tiene tanta importancia en Neda que merece ser señalado como monumento. Y es que la tradición de villa panadera le viene de lejos. En el siglo XVI, Felipe II escoge Neda para asentar las llamadas “Casas Reales”, fábricas de bizcocho y hornos de provisión por la excelente comunicación de la villa con el puerto de Ferrol y las excelentes aguas del río Belelle para el blanqueo de hilazas. De esta forma, durante un siglo se comenzó a fabricar galleta y bizcocho para las armadas de los Reyes de España.
Tiempo después, en 1917, se publica un estudio que analizaba el agua del río Belelle, concluyendo que eran extremadamente puras y que las harinas fabricadas con dichas aguas tenían excelentes calidades de blancura y substancia. De esta forma Neda llegó a considerarse capital del trigo en Galicia.
Hoy en día el cereal ya no se muele con molinos de agua, pero aún se cuenta con inmejorables recursos que hacen que el Pan de Neda tenga registro de Marca de Calidad siendo uno de los más famosos de toda la comunidad gallega.
Iglesia de Santa María y cruceiro
La iglesia de Santa María está situada en el núcleo urbano de Neda, rodeada de un amplio atrio en el que se encuentra también un cruceiro decimonónico y una fuente de cantería.
La Iglesia comenzó a levantarse en 1720 sobre una anterior edificación posiblemente del siglo X. Enmarcada estilísticamente en el barroco rural, en su interior el elemento más destacable es el Cristo de la Cadena. Un Cristo tudor del gótico inglés, trasladado en 1550 por John Dutton, quien huía de las persecuciones religiosas que tenían lugar en Inglaterra.
La leyenda cuenta que esta figura llegó a Neda flotando por el mar y que una vez colocada en la iglesia, intentaba regresar al mar una y otra vez. Viendo que siempre sucedía lo mismo, los feligreses decidieron encadenar la talla al altar mayor, de ahí el nombre que recibe hoy en día.
Iglesia de San Nicolás
La iglesia de San Nicolás, del gótico tardío, construida a mediados del siglo XIV aparece mencionada por primera vez en un documento de 1397, lo que nos aproxima a la época de su construcción. De aquel entonces solo conserva la capilla mayor. Sin embargo, una ventana situada en el muro lateral nos hace pensar en una construcción románica. Su planta es de cruz latina con una sola nave de dos tramos y ábside rectangular cubierto por una bóveda de crucería.
Tradicionalmente se convierte los lunes en un lugar de peregrinación al que acuden los devotos a pie con el fin de depositar cirios y demandar los favores del santo. Según la costumbre, deben acudir por lo menos tres lunes. Estas peregrinaciones son las llamadas Caminatas de San Nicolás y al santo se le conoce con el nombre del abogado de los casos difíciles.
Cruceiro de San Nicolás
Se trata de una Cruz gótica del siglo XIV labrada en granito gallego por un experto cantero de esta tierra. Es el crucero quizás más representativo de Neda y posiblemente junto con el de Melide el más antiguo de Galicia. Sólo queda del primitivo Crucero la parte más importante que es la Cruz, que lleva la imagen del Cristo por sus dos caras y cuatro figuras al pie de la misma, dos en cada cara.
Torre del Reloj
En su momento perteneció al hospital del Espíritu Santo pese a que no era de la misma época sino que se construyó en 1786 tal y como reza la inscripción en el dintel de la puerta. Se trata de un cuerpo prismático vertical, realizado en cantería y sin una decoración destacable. Cuenta con un arco ciego de medio punto rebajado, en el medio de uno de los planos, y con dos pequeñas columnas pegadas haciendo de jambas. En la parte superior del último tercio tiene pegado el reloj, de traza sencilla, rematado en una pequeña cornisa que lleva en las esquinas unos pináculos. El campanario corona el edificio, hecho con una estructura de hierro forjado del que pende la campana.
Pazo de Isabel II
Fundado en 1841 como fábrica de Tejidos por los Hermanos Veiga, el conjunto arquitectónico está rodeado por un grueso muro. La entrada al recinto la preside una crujía horizontal abriéndose en el centro el portalón que da paso al vestíbulo y de ahí al paseo de magnolios que nos introduce en el jardín. El edificio más importante está conformado por una planta diseñada en L. Dentro del conjunto son destacables tanto su fuente como su hórreo.
Pazo de la Merced
A orillas de la ría encontramos una mansión solariega del siglo XVII. Dicen las viejas tradiciones populares que la edificación se encuentra unida por un pasadizo submarino con el monasterio de San Martiño de Xubia, alojado al otro lado de la ría.
Fervenza de Belelle
Situada en el lugar de O Roxal, la Fervenza de Río Belelle es una de las cascadas más espectaculares y hermosas de Galicia. Se trata de un salto de agua de unos 45 metros que obtiene sus aguas del río Belelle. En su base hay pozas naturales. Como casi todos los ríos gallegos, tiene caudal todo el año, pero en el invierno y el otoño aumenta considerablemente, siendo la mejor época para admirarla.
Mirador de Ancos
Antiguamente, Neda contaba con astilleros e importantes fábricas como la de Xubia, que comenzó siendo cobrería a finales del siglo XVIII y, sucesivamente a lo largo del siglo XIX, se transformó en fábrica de armas, fábrica de monedas y fábrica textil. Puedes contemplar los restos de esta junto al puente de Xubia que comunica los municipios de Neda y Narón. Si lo deseas, también puedes aprovechar para recorrer el paseo marítimo, junto al que se encuentra el albergue de peregrinos.
Desde este punto, si asciendes algo menos de 4 kilómetros por una pequeña carretera, llegarás el castro y el mirador de Ancos, donde encontrarás uno de los miradores más emblemáticos de la comarca.