Santiago de Compostela es una ciudad llena de magia, leyendas y tradiciones, pero también esconde secretos que no todos conocen. Más allá de la Catedral de Santiago y el Botafumeiro, la Plaza de la Quintana y la Sombra del Peregrino, la Plaza de Abastos y el Paseo de la Alameda, Santiago de Compostela esconde rincones y detalles que todo buen guía te debería contar. ¿Te preguntas qué ver en Santiago de Compostela? En este recorrido te invitamos a descubrir esos rincones únicos, esos 10 secretos escondidos de Santiago de Compostela pensados para que peregrinos del Camino de Santiago y turistas disfruten aún más de la ciudad.
- El Parque de San Domingos de Bonaval y su cementerio fantasma
- Algunas Calles Curiosas del Casco Histórico
- Las Casas Más Antiguas de Santiago de Compostela
- Las Marcas de Propiedad
- Los Juegos de Mesa Tallados en las Piedras
- Farmacia Bescansa, la más antigua de la ciudad
- Las Gárgolas de Santiago de Compostela
- Las Trampillas de los Soportales
- El Árbol de la Ciencia y los Estudiantes Indecisos
- La Vieira Más Grande de Compostela: Un Secreto a Simple Vista
- Explora Santiago como un Aventurero
Comenzamos la ruta fuera del contorno amurallado del casco histórico con el parque de Bonaval, un espacio verde lleno de historia y tranquilidad. Alberga un antiguo cementerio, que fue trasladado aquí desde su ubicación original en la Praza da Quintana en 1780, debido a la falta de espacio y, tal vez, por salubridad. Funcionó como tal hasta los años 60, cuando fue clausurado y abandonado. En los años 90, fue rehabilitado y transformado en el parque que conocemos hoy, integrando elementos del antiguo convento de San Domingos.
Ubicado junto al Museo do Pobo Galego y el Centro Galego de Arte Contemporánea, dos de los principales museos de la ciudad, el parque combina naturaleza e historia. Sus caminos serpentean entre árboles altos y antiguos restos arquitectónicos, ofreciendo un ambiente único y lleno de detalles que conectan con el pasado de Santiago.
Algunas Calles Curiosas del Casco Histórico
La Rúa do Franco es el corazón gastronómico del casco histórico. Antiguamente, aquí se asentaban taberneros medievales y constructores de la catedral, llamados “francos”. Estos podían ser hombres libres, peregrinos llegados a través de los Pirineos o ciudadanos de una “nación franca”. En tiempos modernos, esta calle se convirtió en el epicentro de la vida nocturna estudiantil con el legendario rally París-Dakar, una “peregrinación” dentro de la ciudad por todos los bares existentes, desde el París hasta el Dakar, donde los participantes debían beber un chato de vino. Quien llegara al último bar en “buen estado”, ganaba, y el premio era, ¡más vino!
La Rúa Entrerrúas, cuyo nombre significa literalmente “entrecalles”, es una de las más estrechas de Santiago, con apenas 90 centímetros de ancho. Une la Rúa do Vilar con la Rúa Nova, y su angostura la convierte en un reclamo para visitantes. Sin embargo, la Rúa Oliveira supera este récord, con tan solo 70 centímetros de ancho, ganándose el título de la calle más estrecha de la ciudad. La Rúa Oliveira alberga además un rincón muy curioso: el callejón conocido como Ruela Sae Se Podes (o Callejón de “Sal Si Puedes”).
Las Casas Más Antiguas de Santiago de Compostela
El número 29 de la Rúa Algalia de Abaixo es considerada la vivienda más antigua del casco histórico. Data de finales del siglo XII y está situada junto a la desaparecida puerta de San Roque, una de las 7 puertas históricas de las murallas de Santiago. Su estructura refleja la arquitectura medieval típica, destacando los salientes en su fachada, una característica común de las construcciones de la época. El piso superior es más ancho que los inferiores, creando voladizos que miran directamente hacia el majestuoso Pazo de Amarante.
En la Rúa Nova se encuentran otras dos viviendas medievales de gran importancia: las casas parroquiales de Santa María Salomé. Construidas un siglo después que la casa de la Algalia, estas casas del siglo XIII son un ejemplo de cómo era Santiago en la Edad Media.
Las Marcas de Propiedad
En el casco histórico de Santiago de Compostela se pueden encontrar símbolos tallados en las fachadas de muchas casas. Estas marcas, utilizadas desde la Edad Media, identificaban a los propietarios de los edificios y evitaban confusiones en el sistema de alquiler. Surgieron durante el auge del Camino de Santiago, cuando la ciudad creció rápidamente, y reflejan el poder de las instituciones religiosas, como el Cabildo o los monasterios, que controlaban gran parte de las propiedades.
Entre las marcas más comunes están la vieira del Cabildo de la Catedral, el pino del Monasterio de San Martín Pinario, las cinco estrellas de la Universidade de Santiago y la cruz del Hospital de los Reyes Católicos. Estas marcas, visibles en dinteles y muros, son un legado de la historia urbana y eclesiástica de Compostela que invita a los curiosos a buscarlas en sus paseos.
Los Juegos de Mesa Tallados en las Piedras
Más de 200 tableros de juego barrocos, tallados en piedra, se encuentran distribuidos por las calles de Santiago. Datados en los siglos XVII y XVIII, estos grabados eran utilizados por los vecinos para jugar al popular tres en raya, especialmente durante romerías o mientras esperaban limosnas en las entradas de los templos. Lugares como San Martiño Pinario y Santa Clara concentran un gran número de estos tableros, símbolo de las desigualdades sociales de la época.
Aunque las ordenanzas municipales restringían estos juegos, los vecinos continuaban tallándolos en piedra o materiales perecederos como madera para evitar sanciones. Santiago posee la mayor colección de tableros barrocos urbanos en España, pero su conservación es un desafío debido a la erosión y restauraciones modernas. Explorar estas calles para encontrarlos es descubrir un fragmento de la vida de la Compostela histórica.
Farmacia Bescansa, la más antigua de la ciudad
La Farmacia Bescansa, fundada en 1843 por Antonio Casares Rodríguez, es un testimonio vivo de la tradición farmacéutica en Santiago de Compostela. Casares, considerado el padre de la química moderna en Galicia, fue el primer decano de la Facultad de Farmacia de la ciudad. En 1917, Ricardo Bescansa Castilla, descendiente de Casares, fundó los Laboratorios Bescansa junto a la farmacia. Allí desarrolló productos farmacéuticos novedosos, consolidando el prestigio de la familia en el ámbito farmacéutico.
Ubicada en el casco viejo de Santiago, la farmacia conserva su estructura original, recordando a las antiguas boticas del siglo XIX. Aunque su aspecto puede pasar desapercibido, su interior es una joya histórica. Sin embargo, no está pensada como atracción turística, por lo que es mejor disfrutarla con respeto y discreción.
Las Gárgolas de Santiago de Compostela
En Santiago de Compostela, las gárgolas son mucho más que elementos funcionales para desviar el agua de los tejados. Estas figuras esculpidas, ocultas en las alturas, reflejan una mezcla de arte, sarcasmo y momentos históricos, pero a menudo pasan desapercibidas para quienes recorren la ciudad.
Aunque su origen en la época medieval tenía un significado religioso, representando bestias y figuras con un propósito moralista, las gárgolas de los estilos renacentista y barroco fueron fruto de la creatividad y el humor de los artesanos. Los canteros, trabajando con libertad y dando rienda suelta a su capricho creativo, añadieron detalles irónicos o burlescos en lugares altos. Muchas figuras incluyen híbridos monstruosos, mitos clásicos y caricaturas de personas contemporáneas. Algunas tienen formas graciosas o aterradoras, y buscar las más divertidas puede ser un gran juego. ¡Es como un safari urbano de criaturas mágicas!
Las Trampillas de los Soportales
Las trampillas en los soportales de la Rúa do Vilar y la Rúa Nova son un elemento único que durante siglos formó parte de la vida social de Santiago. Estas aperturas permitían a los habitantes observar a los transeúntes sin ser vistos y, según el escritor Torrente Ballester, criticar o comentar sobre ellos desde la privacidad de sus hogares. También fueron escenario de serenatas descritas por Alejandro Pérez Lugín en “La Casa de la Troya”.
Además de esta función social, las trampillas tenían usos prácticos, como recoger recados mediante cestas o atender visitas sin bajar a la puerta. Incluso en comercios servían para que los clientes tomaran periódicos y dejaran el dinero. Aunque muchas han desaparecido, estas trampillas son un testimonio del ingenio y la vida cotidiana de la ciudad.
El Árbol de la Ciencia y los Estudiantes Indecisos
En el corazón del casco histórico de Santiago de Compostela, entre los colegios de Fonseca y San Xerome, se encuentra el emblemático Árbol de la Ciencia, una obra de forja integrada en el muro que combina historia, tradición y academia. Inspirado en la obra homónima de Ramon Llull, escrita en el siglo XIII, este árbol representa los diferentes ámbitos del saber como pergaminos en ramas que parten de un tronco común, simbolizando la unidad y diversidad del conocimiento.
El Árbol de la Ciencia es el epicentro de una curiosa tradición. Según esta costumbre, quienes buscan orientación vocacional para estudiar en la Universidad de Santiago deben girar tres veces frente al árbol, colocarse de espaldas y señalar una de sus ramas. La rama elegida indicará la disciplina científica que deberían seguir. Este ritual, que en su origen ayudaba a estudiantes indecisos a decidir su carrera, ha evolucionado para convertirse en una experiencia divertida y mágica tanto para locales como para turistas. Si visitas Santiago, no pierdas la oportunidad de participar en este ritual único y descubrir qué vocación podría estar escrita en tu destino.
La Vieira Más Grande de Compostela: Un Secreto a Simple Vista
En la Plaza de Platerías se encuentra la vieira más grande de Santiago, una monumental estructura diseñada por Domingo de Andrade en el siglo XVII. Este elemento arquitectónico conecta el crucero de la Catedral con el primer piso del ala norte del claustro. Según la leyenda, esta concha no solo es estructural, sino que sostiene simbólicamente toda la Catedral, y retirarla implicaría su colapso.
Aunque muchas veces pasa desapercibida por la magnificencia de la Plaza de Platerías, esta concha es un detalle que combina la espiritualidad del Camino con la maestría arquitectónica barroca. Es una parada imprescindible para quienes desean descubrir los secretos mejor guardados de Compostela.
Explora Santiago como un Aventurero
Santiago de Compostela está lleno de secretos esperando ser descubiertos: cada rincón y cada callejuela guardan historias, leyendas y tradiciones que enriquecerán tu visita a Santiago de Compostela. Ya seas turista o peregrino en alguna ruta jacobea, si te preguntas qué ver en Santiago de Compostela, camina con los ojos bien abiertos y deja que esta ciudad te sorprenda.
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