Descubre Galicia en autocaravana

Hay formas de viajar que se parecen a hacer cola en el súper: avanzas cuando te dejan, aceptas lo que toca y vuelves a casa con la sensación de no haber elegido casi nada. Y luego está recorrer Galicia en autocaravana, donde decides tú cuándo parar, cuánto rato mirar un faro encendido o cuántas veces repetir el ritual de ver llover sobre el Atlántico con una taza de café en la mano.

La primera vez que uno se plantea una ruta en autocaravana por Galicia suele hacerlo por una mezcla de intuición y cansancio. Intuición de que este rincón del mapa pide ser vivido sin prisas, durmiendo cerca del mar o de un bosque de eucaliptos. Cansancio de hoteles iguales en ciudades distintas. Dejas de buscar “hotel con vistas” y empiezas a buscar algo mucho más simple: un trozo de costa donde aparcar tu casa rodante y sentir que el viaje manda más que el reloj.

Viajar así, en camper o furgoneta, tiene un efecto curioso: te obliga a mirarte en el espejo de tus propios límites. Galicia no es solo playas, faros y marisco. Es niebla, curvas, lluvia inesperada y pueblos diminutos en los que hay que preguntar dónde está la tienda del pueblo y dónde pernoctar sin molestar. Y ahí es donde la autocaravana deja de ser un vehículo para convertirse en una forma de estar en el mundo.

Viajar en autocaravana te permite descubrir destinos y conocer gente

Por qué Galicia es un destino perfecto para la autocaravana

Si cierras los ojos y piensas en Galicia, probablemente te vendrán a la cabeza playas infinitas, bosques húmedos, faros perdidos y pueblos de piedra. Ahora imagina que puedes despertarte cada día en uno distinto, sin deshacer maletas. Eso es viajar en autocaravana por Galicia.

Algunas razones por las que Galicia encaja tan bien con este tipo de viaje:

• Variedad de paisajes en distancias cortas: en menos de una hora puedes pasar de una playa salvaje a un valle interior lleno de viñedos o a una ciudad histórica como Santiago de Compostela.
• Clima suave gran parte del año, perfecto para evitar los calores extremos.
• Gastronomía indecente: comer bien no es un lujo, es casi una obligación.
• Buenas infraestructuras para campers y autocaravanas: cada vez hay más áreas de autocaravanas en Galicia, además de campings bien situados.
• Y un detalle importante: ese carácter gallego acogedor que te hace sentir invitado solo por estar ahí.

Y si viajas con niños, el plan aún mejora: dormir cerca de la playa, desayunar mirando gaviotas, parar cuando se cansan y convertir la autocaravana en una especie de refugio móvil. El trayecto deja de ser un castigo y se convierte en parte del juego.

Los niños disfrutan mucho viajar en autocaravanas y campings

Ruta costera por Galicia en autocaravana: de A Guarda a Ribadeo

Hay muchas maneras de dibujar una ruta costera por Galicia en autocaravana, pero hay una que engancha desde el primer kilómetro: ir bordeando el mapa, de sur a norte, como quien sigue con el dedo la línea del mar en un atlas.

Tramo Rías Baixas: de A Guarda a O Grove

Empieza en A Guarda, pegado a Portugal. Si subes al Monte Santa Trega y miras el Atlántico desde arriba, entenderás por qué tanta gente llama a este rincón un balcón al mar. Desde aquí puedes empezar una ruta costera por Galicia en furgoneta que se lee como una lista de lugares que siempre pensaste visitar “algún día”. Algunas paradas recomendadas son:

• A Guarda: última frontera con Portugal, con castro celta y puerto pesquero. Aquí el tiempo lo marcan las mareas, no el GPS.
• Baiona: paseo marítimo, casco histórico y esa sensación de que podrías vivir aquí sin demasiadas explicaciones.
• Vigo y su ría: puedes bordearla, cruzar a las Cíes o simplemente disfrutar sus playas.
• Sanxenxo y O Grove: playas, terrazas y marisco, ideal para combinar ambiente con rincones tranquilos.
• Illa de Arousa: calas, caminos junto al mar y noches de silencio absoluto, un paraíso para campers.

Desde A Guarda, al sur de Galicia, tu recorrido por Galicia en autocaravana te llevará siempre al lado del mar

De las Rías Baixas a la Costa da Morte

Cuando sigues hacia el norte, la carretera se vuelve más salvaje, menos turística, más tuya. Te esperan Muros, Carnota, el mirador de Ézaro y Finisterre, el mítico “fin del mundo”. Algunos altos recomendados son:

• Muros: casas marineras, soportales, puerto y calma, ideal para una noche tranquila.
• Playa de Carnota: una de las playas más largas y bonitas de Galicia. Si vas al atardecer, entenderás por qué la gente vuelve.
• Mirador de Ézaro: una cascada que cae directo al mar. Es una de esas vistas que ninguna foto puede hacer justicia.
• Finisterre: su icónico faro, peregrinos que terminan su camino, autocaravanas que han bordeado media Galicia para ver una mágica puesta de sol.

Puesta de sol en Finisterre

De Fisterra a Ribadeo: recorriendo las Rías Altas

Después de llegar al faro de Fisterra y respirar el famoso “fin del mundo”, puedes seguir la ruta hacia el norte. Este tramo no es un Camino oficial, pero para una ruta en autocaravana por Galicia es una auténtica joya: acantilados salvajes, rías tranquilas, playas infinitas y pueblos marineros donde parece que nadie tiene prisa. Algunas paradas imprescindibles son:

• Malpica y Costa da Morte norte: acantilados potentes, cementerios de náufragos y calas escondidas donde la sensación de libertad es total.
• A Coruña: perfecta para parar unas horas o un día entero. Torre de Hércules, paseo marítimo, playas urbanas y buenas áreas para campers.
• Ferrol y su costa: playas inmensas como Doniños o San Xurxo, carreteras panorámicas y ambiente surfero. Ideal para dormir con el sonido del mar.
• Acantilados de Herbeira y Serra da Capelada: algunos de los acantilados más altos de Europa y un mágico enclave, San Andrés de Teixido.
• Ortigueira y Estaca de Bares: ría serena, pueblos diminutos y el punto más septentrional de España, con atardeceres inolvidables.
• Viveiro: combinación perfecta entre villa histórica, playas enormes y montes verdes que abrazan la ría.
• Foz y Burela: pueblos marineros auténticos, buen pescado, playas amplias y carreteras suaves para ir bordeando la costa.
• Ribadeo y Playa de las Catedrales: final espectacular del recorrido. Los arcos naturales de la playa son un imprescindible, así que intenta cuadrar la visita con marea baja.

Y si la costa te ha sabido a poco, toca segunda parte: seguir el Camino de Santiago en autocaravana.

Aparcar y pernoctar donde quieras es un lujo

El Camino de Santiago en autocaravana: vivirlo sin mochila

La primera pregunta que suele surgir es sencilla: “¿se puede hacer el Camino de Santiago en autocaravana?” Hacerlo como tal, no. Seguirlo, acompañarlo y vivirlo a tu manera, sí. La autocaravana te permite moverte por carreteras paralelas, dormir cerca de las etapas, pasear por los mismos pueblos y terminar algunos días en plazas donde los peregrinos llegan cojeando y felices.

Tú avanzas en paralelo. Ellos a pie, tú con tu casa sobre ruedas. Y aunque el ritmo es distinto, la esencia se parece: importa más el trayecto que la meta. No se trata de perseguir flechas amarillas al volante, sino de acompañar el Camino, respetarlo y respirar su ambiente. No conseguirás la Compostela, pero te llevarás otra cosa: noches en áreas de autocaravanas donde cada vehículo guarda una historia.

Aunque viajes en autocaravana, puedes compartir momentos con peregrinos

Hay muchas rutas jacobeas que puedes seguir parcialmente en autocaravana o camper:

• Camino Francés: entra en Galicia por O Cebreiro, un pueblo de montaña que huele a piedra húmeda y a tradición.
• Camino Portugués: perfecto para conocer el interior de Portugal y Galicia al mismo tiempo.
• Camino Portugués de la Costa: ideal si quieres enlazar costa y tradición jacobea.
• Camino Inglés: más corto, con salida desde Ferrol o A Coruña, perfecto para rutas rápidas en autocaravana.
• Camino del Norte: perfecto si quieres incluir Ribadeo, la Playa de las Catedrales y todo el litoral cantábrico gallego.
• Camino Primitivo: entra en Galicia por A Fonsagrada y continúa hacia Lugo; es una ruta montañosa, preciosa y muy auténtica.
• Camino de Fisterra y Muxía: la prolongación natural desde Santiago hacia la costa; perfecto para cerrar tu viaje con faros, océano y atardeceres épicos.
• Camino Sanabrés: ideal para descubrir la provincia de Ourense y su termalismo.
• Camino de Invierno: paisaje de viñedos y rutas tranquilas para disfrutar sin prisas.

Consejos prácticos: áreas, normas y rutinas que ayudan

Viajar en autocaravana por Galicia no es solo cuestión de paisajes. También hay que abrazar la logística: vaciar depósitos, llenar agua, planear dónde dormir. Es parte del viaje, y a continuación te dejamos unos tips:

• Normativa de pernocta: estacionar no es acampar. Si sacas mesas o toldos, ya no es estacionar.
• Áreas de autocaravanas: municipales o privadas, Galicia cuenta con una buena red.
• Campings: intercala áreas de autocaravanas con algún camping, para así tener días de mayor confort.
• Alquiler de campers: si no tienes vehículo, plataformas de alquiler entre particulares son una gran opción.
• Mejor época: primavera y otoño. El verano es precioso, pero más concurrido.
• Viajar con niños: convierte la autocaravana en un pequeño fuerte. Dales responsabilidades. Se sienten parte del viaje.¿Te animas a recorrer Galicia en autocaravana?
• Revisa tu vehículo: como cada viaje, antes de comenzar cada viaje, pon a punto tu autocaravana.

Lleva tu autocaravana a tu taller de confianza para realizar una revisión previa al viaje

Al final, todo se resume a una elección: seguir viajando como siempre o probar a que el camino sea tu casa. Galicia, con sus faros y sus bosques, es perfecta para eso. Puedes quedarte con el viaje rápido: hotel, excursiones organizadas, fotos para enseñar. O puedes darte el lujo de despertar varios días seguidos con la misma frase silenciosa: “Hoy tampoco sé dónde voy a dormir, pero sé que va a merecer la pena”.

Si alguna vez has sentido la tentación de una ruta en autocaravana por Galicia, este es el momento. Y si no dispones de autocaravana, el alquiler de autocaravanas en Galicia es una opción que no debemos dejar pasar si queremos conocer esta tierra a fondo y descubrir los lugares más icónicos. No se trata de ver todo. Se trata de viajar como quieres viajar. Si al cerrar la puerta por la noche, con el sonido del mar o de la lluvia, sientes que has acertado, entonces ya está. Ese será tu pequeño Camino.