Cuando se habla de hacer el Camino de Santiago, muchos peregrinos dan por sentadas algunas afirmaciones que no son correctas. En muchas conversaciones entre peregrinos se habla y se debate sobre ellas, creando en ocasiones falsos mitos sobre el Camino de Santiago. ¿Cuáles son? ¿Qué tienen de verdad o no? ¿Hay alguna “norma” para hacer el Camino de Santiago? En este artículo abordaremos estas cuestiones, y aclararemos qué es mito y qué es realidad a la hora de hacer una ruta jacobea.
El Camino solamente es para personas religiosas
Bien, comencemos desde la base. Sí, es cierto que el Camino de Santiago surge como ruta de peregrinación cristiana a la tumba de Santiago Apóstol, como cuenta la tradición. Desde sus orígenes, miles de devotos cristianos se han dirigido a Santiago de Compostela para venerar las reliquias apostólicas.
No obstante, este es uno de los principales falsos mitos sobre el Camino, y a día de hoy ya no es exclusivamente así: muchos peregrinos tienen otras motivaciones. Hacer el Camino de Santiago ha adquirido un sentido más amplio, pues además de la religiosidad, cada uno puede tener sus propias creencias y espiritualidad. De hecho, esto es una gran riqueza, pues en el Camino puedes encontrar a personas de todas las nacionalidades, culturas y creencias.
Por otro lado, mucha gente elige hacer el Camino para conocer gente, desconectar del día a día o practicar senderismo. No hay una norma escrita entre los motivos para hacer una ruta jacobea, y en Camino a Santiago cabemos todos.
Eso sí, ten en cuenta que, al solicitar tu Compostela, te preguntarán el motivo por el que haces el Camino, que puede ser religioso-espiritual u otros. En función de si escoges uno u otro, tendrás uno u otro modelos de este documento.
Tienes que estar en forma
Siempre es bien que estés en buena forma física para todo, incluido para hacer el Camino de Santiago. No obstante, este es un mito que no se corresponde con la realidad, y no hay que ser un ironman o ironwoman para hacer el Camino. En los senderos jacobeos encontramos gente que está en forma, y gente que no tanto. Estos últimos, de hecho, tal vez vienen al Camino precisamente para eso, para practicar senderismo y salir del sedentarismo.
En este sentido, estar en buena forma no es un medio, un requisito o una norma, sino que puede ser un fin. Como dijimos en el apartado anterior, cada uno tiene sus motivaciones personales, y si una es cuidarse físicamente, el Camino es un buen lugar para ello. No obstante, sí que es cierto que es recomendable tener una preparación previa mínima y adecuada.
Solamente los jóvenes pueden hacer el Camino de Santiago
Este mito va en relación con lo comentado en el apartado anterior, pero es otra afirmación que no coincide con la realidad. En el Camino hemos visto peregrinos de todas las edades: desde bebés que caminan un poquito, hasta peregrinos octogenarios que podrían ser sus bisabuelos.
Si miramos las estadísticas más recientes sobre los peregrinos que llegan a Santiago de Compostela, los mayores de 46 años representan a más de la mitad de los peregrinos jacobeos.
Si no cargas tu mochila, no has hecho el Camino de Santiago
La imagen típica del peregrino es la de un caminante con su mochila, entre otros elementos: como todo viaje, hay que llevar equipaje. Hoy en día se ofrecen más facilidades que antes al peregrino, y existen servicios de transporte de equipaje que facilitan la peregrinación.
En el Camino no solo se carga la mochila, sino que el peregrino lleva también el peso de sus inquietudes, reflexiones y otras cargas no materiales. Paso a paso, el peregrino va dejándolas atrás y liberándose de ellas, y esto es lo realmente importante. Nosotros te facilitamos el Camino, y te llevamos la mochila para que te centres en tu experiencia y que te liberes de esas otras cargas más importantes.
Los albergues están sucios y no se duerme bien
Otro mito que, quitando excepciones muy puntuales, no se corresponde con la realidad. Los albergues de peregrinos son el alojamiento tradicional del caminante a Santiago, y en ellos se vive un ambiente peregrino muy auténtico.
Hoy en día los albergues del Camino están muy bien atendidos y cuidados, y la limpieza es lo que más prima. En nuestros viajes trabajamos con los mejores albergues, que ofrecen el máximo confort y una limpieza exhaustiva para ofrecer la mejor experiencia al peregrino.
Como sabrás, en ellos, los peregrinos duermen en habitaciones compartidas con otros. Las camas son cómodas, y se ofrecen juegos de ropa y mantas, para facilitar un sueño reparador al peregrino. No obstante, siempre te puede tocar que alguien ronque, y eso es inevitable. ¿Solución? Que uses tapones para los oídos, o bien que hagas el Camino en otro tipo de alojamientos donde puedas disfrutar de una habitación privada.
Olvida los falsos mitos sobre el Camino de Santiago
Como ves, no hay ninguna norma establecida a la hora de elegir cómo hacer el Camino de Santiago. En el Camino de Santiago cabemos todos. Cada uno tiene sus preferencias, sus inquietudes y sus posibilidades, y eso es lo que hay que tener en cuenta para aventurarse en esta experiencia. Lo importante, es el efecto transformador que puede aportar el Camino en nuestras vidas.
Bien seas un peregrino principiante o experimentado, deja a un lado los falsos mitos sobre el Camino de Santiago. Céntrate en exprimir al máximo esta aventura personal, la hagas como la hagas: sé tú mismo y respeta a otros peregrinos. Vive, y deja vivir, el Camino de Santiago, y olvida estas falsas creencias sobre la experiencia jacobea y disfruta de tu buen Camino.
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