El Códice Calixtino, en latín Codex Calixtinus, es un manuscrito fechado en los años centrales del siglo XII, de suma importancia para la cultura jacobea y, en general, para todo el devenir histórico de la Baja Edad Media. Escrito en latín, la copia original se conserva en la propia Catedral de Santiago de Compostela, si bien existen varias copias posteriores repartidas en varios países.
Su redacción fue impulsada por la Iglesia Compostelana en la época del arzobispo Diego Gelmírez (1068 – 1140), quien no buscaba más que afianzar la importancia de Compostela como sede apostólica y centro de peregrinación: en definitiva, hacer de Santiago un importante centro de la Cristiandad, como eran Roma y Jerusalén.
Las buenas relaciones con el Papado y la poderosa orden monástica de Cluny ayudarían de gran manera a este cometido.
Se trata de un extenso texto dividido en cinco libros: textos litúrgicos relacionados con el Apóstol Santiago, milagros a él atribuidos, las vicisitudes de la traslatio (viaje de traslado de los restos del Apóstol a tierras gallegas), la presencia de Carlomagno en Hispania para liberar de los musulmanes los caminos a Compostela y la guía del peregrino desde Francia a Santiago. Más relatos de milagros, composiciones musicales y textos justificativos de la obra completan este compendio de cultura jacobea.
Un texto, muchos autores.
Atribuído en su totalidad a uno o quizás varios autores anónimos, en el caso del Libro V, el que más nos interesa como guía del peregrino medieval, la mayoría de los expertos coinciden en señalar un autor, el monje francés Aymeric Picaud. La Iglesia Compostelana relacionó históricamente la autoría al papa cluniacense Calixto II (¿1050? – 1124), y de ahí el nombre de la obra, si bien esta atribución se dio tal vez para legitimar y dar autoridad a este libro y a la propia ciudad de Santiago como sede apostólica. Así, este pontífice aparecería como autor del primer y más extenso libro y parte del segundo, aunque si volvemos a los expertos, esta atribución sería falsa.
Esta obra ha sido denominada de distintas formas, en función de qué ejemplar estemos hablando.
Así, el original, conservado en la basílica compostelana, es el propio Códice Calixtino o Codex Calixtinus. El filólogo y escritor francés Joseph Bédier (1864-1938) acuñó el término Liber Sancti Iacobi para referirse al conjunto de copias completas (o casi completas) que se conservan repartidas por el mundo. Otros autores han propuesto más denominaciones, como por ejemplo Iacobus, propuesta del medievalista Manuel Cecilio Díaz y Díaz (1924-2008), en concreto para el primer y segundo libro, pues el códice se abre con el siguiente texto: “Ex re signatur, Iacobus liber iste uocatur” (“Justamente signado, este libro Santiago se llama”). El escritor francés Pierre David se refiere al texto, por su parte, como Codex Compostellanus o Liber Calixtinus.
No se trata del texto medieval de mayor valor artístico, pero sus miniaturas aportan muy buena información. Sus letras capitulares (iniciales de una palabra al comienzo de un párrafo, de gran tamaño y rica decoración y colorido) son lo más destacable en cuanto a la estética del códice. Según los investigadores, habrían llegado a Compostela desde Francia diversos teólogos, copistas, escritores, poetas y demás artistas por iniciativa del arzobispo Gelmírez.
Pero… ¿Por qué es tan importante el Códice Calixtino?
A nosotros nos interesa, especialmente, el Libro V o la conocida como guía de peregrinos, una auténtica guía turística sobre el Camino de Santiago Francés. Este Liber peregrationis, compuesto de una introducción y once capítulos, es una detallada y precisa guía que describe las distintas vías francesas de acceso al Camino Francés en España, y la propia ruta francesa en nuestra península. Así, se nos habla de los pueblos del camino, sus iglesias y construcciones, la calidad de las aguas, ríos y tierras, las reliquias que se van encontrando, etc. Incluso, cita y homenajea a todos aquéllos que trabajaron en la construcción y mantenimiento de infraestructuras del camino. No tiene desperdicio el capítulo VII, donde describe, entre otras cosas, las gentes que habitan en las localidades del camino:
A los gallegos, por ejemplo, los califica de “iracundos y muy litigosos”.
Si su autor o autores vivieran hoy, seguro serían dignos candidatos a recibir el Premio Nobel de Literatura. De hecho, este monumento literario ha sido elegido por la UNESCO como “Registro de la Memoria del Mundo”, dada su importancia histórica. Tal es su valor, que el 5 de julio de 2011 el medievalista del Archivo de la Catedral de Santiago descubrió que la obra no estaba en su caja fuerte. Avisada la Policía, se inició una investigación que, un año después, dio sus frutos: el códice apareció envuelto en una tela, y en medio de basura, dentro del garaje de José Manuel Fernández Castiñeiras, electricista que trabajó durante 25 años en el mantenimiento de la Catedral de Santiago y disponía de acceso al libro. Por el robo del Códice fue condenado a 8 años y 2 meses de prisión, aunque fue puesto en libertad en 2019 por razones médicas.
Publicado en 2016 por Alvarellos Editora, puedes conseguir un ejemplar del Libro V del Códice Calixtino en cualquier librería. Su lectura es breve y muy amena, ¡100% recomendado! Y si te animas a hacer el Camino de Santiago, nosotros te podemos ofrecer nuestra propia guía del siglo XXI.
Buen artículo
¡Muchas gracias Ana María! Es parte de nuestra misión de llevar el Camino de Santiago a todo el mundo jejeje.
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