Información sobre Olveiroa
Olveiroa es una pequeña población que pertenece a Dumbría y fue ganando importancia conforme la ruta jacobea creció, su vínculo con el camino es realmente íntimo. Presenta puntos de gran interés como su puente de Olveiroa y un entorno rural idílico para perderse en él, para hacer un alto en el camino. En esta aldea tradicional gallega perfectamente conservada en la que se puede respirar el aire más puro, degustar la gastronomía tradicional y encontrar peregrinos de todas las partes del mundo que paran para disfrutar de sus encantos.
Qué ver y hacer en Olveiroa
Los hórreos centenarios
Dado que Olveiroa es una pequeña aldea de pocos habitantes pasó muchos años un poco abandonada y esto afectó a su principal patrimonio, envejecido por el paso del tiempo. Sin embargo, hoy en día es un ejemplo de buena conservación. El patrimonio de esta población está restaurado y cuidado, y uno de los reclamos con más valor de la zona es el número de hórreos centenarios con los que cuenta, perfectamente conservados para disfrute de turistas y caminantes. Estas construcciones son propias de la zona y a menudo se encuentran en mal estado, un paseo por Olveiroa será la ocasión para verlos en su plenitud.
El Embalse da Fervenza
El embalse da Fervenza crea un paisaje digno de película del que se puede disfrutar durante la estancia en Olveiroa, un auténtico privilegio. Tiene una importante extensión de 1250 hectáreas y fue construido en el año 1996. En su recorrido se pueden encontrar tres presas hidráulicas: el Puente de Olveiroa, Castrelo y Santa Uxía. Se puede divisar uno de los bienes naturales de mayor belleza de la zona, el río Xallas.
El puente de Olveiroa
Este puente se encuentra en el impresionante marco del embalse da Fervenza, pero tiene su propio valor visual e histórico, así que merece la pena reparar en él. Fue en esta ubicación donde surgió el enfrentamiento entre los campesinos gallegos y las tropas de Naopeón Bonaparte en los inicios del siglo XIX. Un punto a tomar en cuenta y en el que reparar, aporta un contexto de relevancia sumado a la belleza del paraje.
La cascada del Ézaro
En este encantador y pequeño lugar se puede encontrar un paisaje de belleza descomunal con importancia internacional, ya que es la cascada más conocida de toda Europa por ser la única que desemboca en el mar. Una anomalía que atrae a curiosos de diferentes nacionalidades al alcance de cualquiera de pase por Olveiroa. El agua transita por un total de 40 metros de altura impresionantes. Cerca de la indispensable cascada del Ézaro se encuentra también el mirador de Ézaro, que permite disfrutar de la caída de la cascada y el encuentro del agua del río Xallas con el inmenso Océano Atlántico.
El dolmen de Pedra da Arga de Regoelle
Una vez en Olveiroa resultará bien sencillo acercarse a la localidad de Regoelle para visitar el dolmen de Pedra da Arga. Una interesante construcción que se remonta nada menos que al tercer milenio antes de Cristo. Es uno de los dólmenes más grandes de todo el territorio gallego y se encuentra a una altura de 318 metros. Ubicado en lo que se domina una chaira, formado por un conglomerado de hermosos prados de pasto. El estado de conservación de esta antigüedad es realmente bueno, una oportunidad única de empaparse de historia impoluta sin necesidad de acceder a un museo, en plena naturaleza y en su hábitat natural.
La valiosa gastronomía
Esta zona está marcada por la tradición gastronómica gallega y por los manjares propios del mar. En Olveiroa se encuentran pescados y mariscos frescos de gran calidad y enseguida se puede notar un especial talento a la hora de elaborar los platos por excelencia de esta zona: las caldeiradas marineras. Como es pueblo de extensos pastos también cuenta con buenas carnes, y es zona de denominación de origen del queso de Arzúa. Si se busca un buen postre, en este punto ya se puede degustar una excelente tarta de Santiago tradicional.