Información sobre Cee
Cee es un pueblo bañado por el Océano Atlántico y cercano al conocido “fin de la tierra” de los antiguos romanos, un lugar de leyenda. Se asoma por el mar en varias vertientes y es de paso esencial para la llegada de los peregrinos a Santiago de Compostela. Ofrece toda la tranquilidad y belleza paisajística que se espera de una villa gallega, la oferta culinaria no decepciona y entraña un patrimonio etnológico sublime. Un paseo por sus calles es de lo más tentador y cuenta con múltiples viajeros que lo escogen como destino para sus tiempos de ocio o para una pequeña parada en la ruta jacobea.
Qué ver y hacer en Cee
La ría de Lires
Esta hermosa ría se sitúa entre el Cabo Touriñán y el Cabo Fisterra y forma parte del Lugar de Interés Comunitario Costa da Morte de Red Natura 2000 gracias a su impagable valor ecológico, lugar de paso de numerosas aves marinas de gran interés que no se divisan en cualquier ubicación. Es un conjunto de flora y fauna ideal para conectar con la naturaleza en su máximo esplendor, una parada indispensable cuando se acude a Cee.
Las playas
En Cee no podía faltar la oferta de playas para todo viajero amante de este entorno. Cuenta con la playa de Gures que enmarca un paisaje natural maravilloso conjugando su zona de mar y arena con los pinales, que aportan sombra en los días más cálidos e invitan a un improvisado pícnic. Esta playa está muy recogida y resulta muy agradable, por lo que en el verano está muy cotizada por la gente de la zona y los turistas del lugar.
Si se busca una opción menos escondida será interesante visitar la Concha, una playa urbana construida por el ayuntamiento y situada en pleno centro, junto al bonito paseo marítimo. Es una alternativa de muy fácil acceso con todas las comodidades urbanas a su alrededor.
Los restos de la arquitectura medieval
Esta localidad rodeada de naturaleza también cuenta con muestras de ser habitada desde la antigüedad, un punto de gran interés para los viajeros amantes de la historia y el patrimonio arquitectónico. Si nos remontamos a la Edad Media, en el siglo XII, encontramos que Cee se presentaba como una pequeña villa dedicada a trabajar sus tierras. A lo largo de esta época el pueblo empezó a crecer y prosperar, dejando la huella humana en sus construcciones. Se pueden encontrar restos medievales en la Iglesia de Toba de estilo románico, perteneciente al siglo XII. También en la Iglesia de Cee que conserva la arquitectura propia del siglo XV en la capilla superior.
Los molinos de Toba
Este curioso conjunto de molinos de agua se encuentra en Cee y es otro rastro de su historia. Su ubicación se presenta en un rincón manso del río das Laxes también conocido como el río de Toba. Es un paraje tranquilo en el que disfrutar de la naturaleza e incluso donde organizar una comida al aire libre, ya que en el lugar se cuenta con mesas de piedra de uso público y también fogones para elaborar manjares de temporada.
El Mercado Dominical
Si se busca la materia prima necesaria para elaborar las escapadas rurales con comida incluida siempre se puede uno acercar al Mercado Dominical de Cee. Cada domingo los comerciantes y feriantes de la zona se instalan en el centro y ofrecen una gran variedad de frutas, verduras, pescados, pan… Incluso se puede acceder a la Plaza de Abastos que permanece abierta este día.
El Instituto Fernando Blanco
Fernando Blanco de Lema fue un importante filántropo nacido en la villa de Cee a finales del siglo XVIII y que dejó un gran legado cultural en el lugar. Dejó en su legado fondos para las construcciones destinadas a la enseñanza, la antigua Escola das Nenas y el actual instituto que lleva su nombre. El instituto es un edificio de impactante belleza con el estilo propio de la arquitectura de finales del siglo XIX y una parte importante del patrimonio urbano de esta población. Está rodeado de un maravilloso jardín botánico del que se puede disfrutar, especialmente cuando el clima acompaña y permite dar un bonito paseo por la zona.
La antigua Escola das Nenas
La antigua Escola das Nenas alberga desde el año 2001 una Exposición Permanente de la Fundación Fernando Blanco donde se pueden contemplar buena parte de los fondos conservados gracias a esta Fundación. Se destacan diferentes objetos que fueron parte de los gabinetes de física, biología, electricidad etc. Una curiosa colección que propone una clara visión de otra época.
