El Camino Ignaciano recrea el trayecto a pie que realizó san Ignacio de Loyola en el año 1522 desde el País Vasco hasta Manresa. La ruta se inicia en su casa natal, en el santuario de Loyola (Azpeitia, Guipúzcoa) por la zona de la ruta del Camino de Santiago Francés, y finaliza en la Cueva de Manresa, donde el santo vivió una fuerte experiencia espiritual.
De esta forma, la ruta te permitirá descubrir la gran diversidad natural y cultural de los cinco territorios que atraviesa (Euskadi, La Rioja, Navarra, Aragón y Cataluña). En total, recorre cerca de 700 km, que se pueden realizar en 27 etapas.
Las últimas etapas del Camino Ignaciano recorren las Terres de Lleida y la Cataluña Central, atravesando las comarcas del Segrià, Pla d’Urgell, Urgell, Segarra, Anoia y Bages. Los 183 km que hay antes de llegar a la Cueva de San Ignacio, en Manresa, permiten disfrutar de un viaje espiritual e introspectivo y, al mismo tiempo, descubrir los atractivos espacios naturales, pueblos y ciudades que se atraviesan
Además, una de las peculiaridades de este recorrido es que está bastante bien señalizado, por lo que no te supondrá ningún problema el recorrerlo. En todo caso, te recomendamos que sigas estos consejos para hacer bien el Camino.
Etapas del Camino Ignaciano
La misma tierra que recibió al peregrino Ignacio de Loyola acoge a día de hoy las siete etapas del Camino Ignaciano en Cataluña, un recorrido que te permitirá conocer a fondo los paisajes, pueblos y ciudades por los que pasarás.
Descubrirás Lleida, Cervera, Igualada y Manresa, ciudades ricas en patrimonio y referentes espirituales, aprovechando la oportunidad para redescubrir tu propio interior y al mismo tiempo conectar con el mundo que te rodea. A continuación te detallamos las etapas:
Fraga-Lleida (33 km)
El Camino Ignaciano entra en Cataluña a 9 km de Fraga, siguiendo los vestigios del camino real de Aragón, herencia de la Vía Augusta Romana. El primer pueblo catalán que encontrarás es Alcarràs, donde destacan la iglesia de la Mare de Déu de l’Assumpció y la encina centenaria, un árbol monumental situado entre Vallmanya y la partida del
Coscollar. Siguiendo el curso del Segre y tras unos nada desdeñables 33 Kms de Camino, llegarás a Lleida, ciudad de gran tradición peregrina, atravesando el río por el Pont Vell.
Allí te recomendamos conocer la Seu Vella de Lleida. La antigua catedral es un importante edificio románico-gótico que domina la ciudad desde lo alto de una colina, donde podrás visitar el claustro, el interior del templo y el campanario.
Lleida-El Palau d’Anglesola (22,7 km)
En Lleida, además de la Seu Vella, destaca el núcleo histórico, con monumentos como el Palau de la Paeria, la Seu Nova (el primer edificio neoclásico de Cataluña) o el Hospital de Santa Maria. El camino deja la ciudad para dirigirse hacia Bell-lloc d’Urgell. Después de atravesar algunos campos de labranza, árboles frutales y olivos, llegarás al pueblo de El Palau d’Anglesola, donde finaliza tu etapa tras 22,7 km de Camino.
En esta zona se encuentra la ruta del Aceite de Les Garrigues. Es especialmente recomendable realizar esta ruta en otoño, cuando se puede observar el proceso de producción en las numerosas cooperativas locales. Se trata de un aceite de oliva virgen extra 100% arbequina que podrás degustar en cualquiera de las localidades a tu paso.
El Palau d’Anglesola-Verdú (24,7 km)
Desde El Palau d’Anglesola el camino discurre paralelo al Canal d’Urgell, una de las grandes obras de ingeniería hidráulica en Cataluña, construida en el siglo XIX. Tras atravesar los municipios de Castellnou de Seana y Bellpuig, donde se puede visitar el convento de Sant Bartomeu, llegarás a Verdú, donde te recibirá su bonita iglesia de Sant Miquel para disfrutar de tu merecido descanso tras enfrentar 24,7 km de Camino.
En esta etapa es recomendable hacer un alto en Bellpuig para conocer en profundidad el convento de Sant Bartomeu, declarado Bien Cultural de Interés Nacional en 1985. Se trata de un convento franciscano construido en el siglo XVI, con un claustro de estilo gótico florido, y con elementos renacentistas y capiteles llenos de filigranas.
Verdú-Cervera (16 km)
En esta etapa corta de 16 km conocerás Verdú, Tàrrega y Cervera, tres poblaciones ricas en patrimonio histórico. En Verdú podrás descubrir su castillo, su iglesia y sus talleres de cerámica negra. En Tàrrega podrás recorrer el centro histórico, ver el campanario y el palacio de los Marqueses de la Floresta. Y por último, en Cervera, es imprescindible visitar la iglesia de Santa Maria, la muralla, la Paeria y la Universidad. Una Universidad erigida en el siglo XVIII en la que destacan su fachada de estilo barroco, los tres patios interiores y el paraninfo.
Cervera-Igualada (37 km)
37 km separan las ciudades de Cervera e Igualada a través de un recorrido ameno que visita pequeños pueblos como Vergós, Pallerols, Santa Maria del Camí, Jorba o Sant Genís y finaliza en la ciudad de Igualada. Verás que en esta extensa etapa algún tramo coincide con el trazado de la carretera N-II, pero en su mayor parte este Camino te llevará entre campos de cultivo, márgenes de piedra seca y extensiones de olivos y almendros. No pierdas la oportunidad de visitar uno de los museos de peletería y marroquinería más importantes de Europa: El Museo de la Piel. La fábrica de Cal Boyer y la antigua curtiduría de Cal Granotes forman este fantástico complejo museístico.
Igualada-Montserrat (26,8 km)
La silueta de la legendaria montaña de Montserrat guiará tus pasos hasta el monasterio homónimo. Desde Igualada, el camino se dirige a Castellolí y, después del ascenso por el alto de Can Massana, se adentra en el Parque Natural de la Montaña de Montserrat para llegar a la ermita de Santa Cecília y luego al monasterio a través del famoso ‘camí dels Degotalls’.
Si te gusta la montaña y todavía te quedan fuerzas tras 26,8 km de Camino, este es tu lugar, ya que además del conjunto monumental y el Museo de Montserrat, la montaña de Montserrat, declarada parque natural en 1987, es un paraíso para los amantes del senderismo y la escalada.
Montserrat-Manresa (23,5 km)
La última etapa del Camino Ignaciano desciende hasta la ermita de Sant Cristòfol, ya en el municipio de Castellbell i el Vilar. En varios tramos coincidirás con el antiguo Camino de peregrinos de Montserrat a Manresa, con el Camino Catalán de Santiago y con el Camino del Abad Oliba. Pero finalmente y tras 23,5 km llegarás a Manresa. En la capital del Bages destacan la basílica de Santa Maria, el casco antiguo y la Cueva de San Ignacio, meta final de tu viaje, pues es este el lugar al que en 1522 Ignacio de Loyola acudió desde Montserrat, pasando en esta galería más de 10 meses. Su lugar de oración fue la cueva donde se levanta el actual Centro de Espiritualidad.
Señalización y alojamiento
Al igual que todos los Caminos que se dirigen a Santiago de Compostela, este Camino tiene su propia marca para guiar a los peregrinos. En este caso se trata también de flechas, pero variando el color. Guíate por las flechas naranjas que irás encontrando a tu paso. A día de hoy tanto la señalización como las infraestructuras se han mejorado mucho para el peregrino, por lo que cada vez es más conocido tanto para aquellos que deciden hacerlo a pie o en bicicleta.
En cuanto al alojamiento, a lo largo del recorrido encontrarás albergues ya sean públicos y privados y en las ciudades más notables podrás alojarte si lo deseas en hostales y pensiones e incluso en hoteles. Recuerda que al igual que sucede con el Camino de Santiago, el Camino Ignaciano tiene su propia credencial que puede facilitar alojamiento en albergues o ayuntamientos si se certifica la peregrinación mediante el sellado de la credencial al menos una vez por día caminado. Estas credenciales tienen un precio simbólico de 0,5 € y los sellos se consiguen en cualquier institución (ayuntamiento, centro social…) o local (bar, tienda, albergue…) de las poblaciones que se atraviesan. Puedes recoger tu credencial en cualquiera de las instituciones vinculadas al Camino Ignaciano
Consejos
En último lugar queremos darte una serie de consejos antes de embarcarte en esta aventura. El primero de ellos es la elección de época del año para realizar el Camino Ignaciano. Se aconseja que este camino sea realizado en primavera u otoño tal como harías en las etapas desde Tui a Santiago, ya que en verano hará demasiado calor y en invierno las temperaturas descienden en el interior.
En segundo lugar debes planificar bien las etapas y programar el Camino teniendo en cuenta tus límites de tiempo, económicos y de forma física. La cuestión no es hacerlo en el menor tiempo posible, sino disfrutar de esta aventura. Planifica bien los puntos de llegada e infórmate bien de los alojamientos en los que tienes posibilidad de hospedarte. Puedes encontrar información útil en la Guía oficial del Camino Ignaciano y en la web www.caminoignaciano.org.
En tercer y último lugar, prepara bien tu mochila o si vas en bicicleta tu kit para este viaje, mejor prevenir que curar. Reduce al mínimo el peso de tu mochila y asegúrate de que sea cómoda y esté bien equilibrada.
Si te animas tras leer este post a hacer este precioso camino , te deseamos ¡Buen Camino!
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