San Ignacio de Loyola, noble vasco, vivió una conversión decisiva en 1521. Al año siguiente emprendió una peregrinación desde Loyola (Azpeitia) hasta Manresa, una experiencia que marcaría el origen de los Ejercicios Espirituales y, más tarde, de la Compañía de Jesús. Hoy, ese itinerario se recorre como el Camino Ignaciano, una ruta moderna que combina historia, naturaleza y búsqueda interior.
Qué es el Camino Ignaciano
El Camino Ignaciano es una ruta de aproximadamente 650 km dividida en 27 etapas, desde el Santuario de Loyola hasta la Cueva de San Ignacio (La Cova) en Manresa. Atraviesa Euskadi, La Rioja, Navarra, Aragón y Cataluña, y puede realizarse completo o por tramos.

El Canal d’urgell
Etapas del Camino Ignaciano
Una división de etapas del Camino Ignaciano podría ser:
- Loyola – Zumárraga (18,2 km)
- Zumárraga – Arantzazu (21,4 km)
- Arantzazu – Araia (18 km)
- Araia – Alda (22 km)
- Alda – Genevilla (18,5 km)
- Genevilla – Laguardia (27,3 km)
- Laguardia – Navarrete (19,6 km)
- Navarrete – Logroño (13 km)
- Logroño – Alcanadre (30,6 km)
- Alcanadre – Calahorra (21,5 km)
- Calahorra – Alfaro (25,6 km)
- Alfaro – Tudela (25,6 km)
- Tudela – Gallur (39,3 km)
- Gallur – Alagón (21,7 km)
- Alagón – Zaragoza (30,5 km)
- Zaragoza – Fuentes de Ebro (30,2 km)
- Fuentes de Ebro – Venta de Santa Lucía (29,6 km)
- Venta de Santa Lucía – Bujaraloz (21,3 km)
- Bujaraloz – Candasnos (21 km)
- Candasnos – Fraga (26,8 km)
- Fraga – Lleida (33 km)
- Lleida – Palau d’Anglesola (25,7 km)
- Palau d’Anglesola – Verdú (24,7 km)
- Verdú – Cervera (17 km)
- Cervera – Igualada (38,6 km)
- Igualada – Montserrat (27 km)
- Montserrat – Manresa (24,6 km)

Montserrat, penúltimo punto del Camino Ignaciano
Llegada a Manresa: la Cova de Sant Ignasi
El final simbólico del Camino Ignaciano es Manresa, donde la tradición sitúa la estancia de Ignacio en la cueva que inspiró su proceso espiritual. La ciudad conserva varios puntos ignacianos y es un lugar clave para cerrar la peregrinación.
Señalización: cómo orientarte en la ruta
El Camino Ignaciano se reconoce por la señalización en color naranja, con flechas y el símbolo del sol ignaciano en muchos tramos. Aun así, conviene llevar tracks GPS o mapa, especialmente en etapas largas o zonas abiertas (por ejemplo, en Aragón).
Credencial del peregrino: dónde conseguirla y cómo sellarla
La credencial del Camino Ignaciano se sella en ayuntamientos, parroquias o incluso bares y tiendas de las localidades por las que pases. Para certificar etapas, se pide al menos un sello por día caminado.
Puntos habituales de recogida (pueden variar): Loyola, Logroño, Tudela, Zaragoza, Lleida, Barcelona y Manresa (incluida La Cova), entre otros. Se recomienda conseguirla con antelación porque algunos puntos pueden cerrar en agosto.
Certificado “La Ignaciana”: requisitos y dónde se solicita
Al llegar a Manresa, puedes solicitar el certificado “La Ignaciana” si has recorrido el Camino Ignaciano a pie (100 km) o en bicicleta (200 km) y llegas finalmente a Manresa. Los kilómetros se pueden acumular en distintos meses o años, siempre acreditados con la credencial. Se recoge en la Oficina de Turismo de Manresa (Plaça Major).

El final del Camino, Manresa
Consejos prácticos y a tener en cuenta
El Camino Ignaciano alterna grandes ciudades con tramos rurales donde la oferta de camas puede ser limitada. En general, cuanto más te acerques a zonas menos pobladas (o a periodos de alta demanda), más importante será reservar con antelación.
- Planifica con margen: si viajas en primavera u otoño (meses más recomendables), asegúrate de tener localizadas varias opciones por etapa.
- Flexibilidad inteligente: en etapas largas, valora dormir en la localidad final o partir la etapa si el calor o la disponibilidad lo aconsejan.
- Tipo de alojamiento: encontrarás albergues, hostales, pensiones y hoteles; en algunas zonas rurales conviene confirmar horarios de llegada y check-in.
- Servicios clave: prioriza alojamientos con lavandería (o cerca de lavandería), opciones de cena y desayuno y acceso a tiendas o bares, especialmente en etapas expuestas.
- Festivos y eventos: en ciudades grandes, los precios y la ocupación pueden variar según el calendario local; si tu etapa coincide con un evento, reserva antes.
- Si vas en grupo: reserva con más anticipación y confirma disponibilidad real de habitaciones múltiples o camas contiguas.
Qué llevar (lista práctica)
Una mochila bien pensada es media peregrinación hecha. La clave es ir ligero, pero sin renunciar a lo que realmente te va a evitar problemas (rozaduras, calor, lluvia o falta de batería).
- Mochila ligera: ajustada a tu talla, con cinturón lumbar y funda impermeable.
- Calzado ya usado: botas o zapatillas de trekking con las que ya hayas caminado; añade calcetines técnicos y, si puedes, un par de repuesto.
- Protección solar: gorra o sombrero, crema solar y gafas de sol; en etapas expuestas te salvará el día.
- Botiquín básico: apósitos para ampollas, compeed o similar, desinfectante, vendas y crema antirozaduras.
- Agua y sales: cantimplora o bolsa de hidratación; añade sales minerales si caminas con calor.
- Ropa por capas: camiseta transpirable, capa térmica ligera (primavera/otoño) y una prenda de abrigo fina para mañanas frías.
- Chubasquero: impermeable ligero (y opcionalmente pantalón impermeable si prevés lluvia).
- Batería externa y cargadores: batería externa, cable de repuesto y adaptador si lo necesitas.
- Navegación: móvil con mapas offline o GPS; una copia en papel puede ayudarte en tramos con poca cobertura.

Peregrinos
Cómo llegar a Loyola y volver desde Manresa
- Loyola (Azpeitia): suele llegarse vía Bilbao o San Sebastián y conexión a la zona.
- Manresa: está muy bien conectada con Barcelona, ideal para organizar regreso.
Información útil y recursos oficiales
- Web oficial (mapas, etapas, recursos): caminoignaciano.org
- Credencial (puntos de recogida y sellado): caminoignaciano.org/credenciales
- Certificados (“La Ignaciana”): caminoignaciano.org/certificados
El Camino Ignaciano es mucho más que una ruta de largo recorrido entre Loyola y Manresa. Es una experiencia que combina caminata, reflexión y descubrimiento personal, siguiendo los pasos de un viaje que marcó profundamente la historia espiritual de Europa. A lo largo de sus 27 etapas, el caminante atraviesa paisajes muy diversos, ciudades cargadas de patrimonio y espacios de silencio que invitan a la introspección. El Camino Ignaciano ofrece una oportunidad única para detenerse, observar y reconectar con lo esencial. Una peregrinación exigente y a la vez transformadora, que deja huella tanto en el camino como en quien lo recorre.





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