El saco de dormir es uno de los elementos más importantes cuando nos preparamos para hacer el Camino de Santiago. A pesar de que algunos albergues ofrecen mantas o sábanas, lo ideal es que los peregrinos lleven su propio saco de dormir por razones de higiene y comodidad. Además, elegir el saco adecuado no solo garantiza un buen descanso, sino también que puedas afrontar cualquier ruta jacobea de la mejor manera posible. En este artículo, te daremos toda la información que necesitas para tomar la mejor decisión.

Si vas de albergue al Camino de Santiago, siempre recomendamos que lleves tu propio saco de dormir
El saco de dormir en los albergues del Camino
Los albergues del Camino de Santiago varían mucho en cuanto a los servicios que ofrecen, y por ejemplo, no todos ofrecen mantas. Generalmente, la sábana bajera y funda de almohadas desechables están incluídas, pero si necesitas una manta, las suelen ofrecer con un pequeño “alquiler”. Por ello, y como una de las cosas que hay que llevar al Camino, nosotros siempre recomendamos llevar un saco de dormir adecuado.
El saco de dormir te permitirá descansar de forma cómoda y, lo más importante, te dará la seguridad de que estás durmiendo abrigado y limpio. Llevar tu propio saco te ofrece mayor seguridad y comodidad, algo que agradecerás especialmente en los albergues más concurridos.

Los albergues ofrecen siempre un mínimo de ropa de cama
Tipos de sacos de dormir
A la hora de elegir el saco de dormir adecuado para el Camino de Santiago, es importante tener en cuenta varios factores, como la temperatura, el peso y el tipo de material. Aquí te presentamos los principales tipos de sacos que podrías considerar:
Temperatura de confort
La temperatura de confort del saco es la temperatura mínima a la que puedes dormir de forma cómoda. En función de la temporada del año en que realices el Camino, tendrás que elegir un saco con diferentes características.
- Primavera y otoño: Para estas estaciones, un saco con una temperatura de confort de 10-15 °C es suficiente.
- Verano: Si decides hacer el Camino en verano, un saco con una temperatura de confort de 15-20 °C te permitirá dormir tranquilo sin pasar calor; un saco sábana puede ser muy buena opción.
- Invierno: Si tu objetivo es recorrer el Camino en invierno, necesitarás un saco con temperatura de confort de entre 5-10 °C para protegerte del frío.

Recuerda proteger tu saco de la lluvia
Material del saco
El material del relleno del saco es otro factor clave. Existen principalmente dos tipos de relleno:
- Fibra sintética: Los sacos de fibra sintética son más económicos y resistentes a la humedad.
- Plumón: Los sacos de plumón son ligeros y compactos, lo que facilita su transporte. Sin embargo, son más caros y requieren cuidados especiales, ya que pierden sus propiedades si se mojan.
Forma del saco
Los sacos de dormir pueden variar según su forma:
- Rectangular: Los sacos rectangulares son más espaciosos y permiten mayor libertad de movimiento durante el sueño.
- Momia: Son más ajustados al cuerpo, lo que ayuda a mantener el calor. Son ideales para climas fríos y para aquellos que prefieren un saco más compacto.
- Quilt: Este tipo de saco es más parecido a una manta con un cierre parcial, lo que lo hace más ligero y versátil.

Peregrinos preparándose para comenzar a caminar
Cómo llevar el saco de dormir
El peso y el espacio son factores clave a tener en cuenta cuando estamos haciendo la mochila para el Camino de Santiago. Aquí te damos algunos consejos sobre cómo llevar tu saco de dormir de forma eficiente:
En la mochila
La mejor forma de llevar el saco de dormir es dentro de tu mochila, y es importante que el peso esté distribuido correctamente para evitar molestias. Si es un saco de dormir de gran volumen, puedes intentar colocarlo en la parte superior de la mochila, donde estará más accesible y no interferirá con el resto de tus pertenencias. Asegúrate de que esté bien comprimido y protegido en una bolsa impermeable, para evitar que se moje en caso de lluvia.
Usa una bolsa de compresión
Si el saco de dormir es voluminoso, una bolsa de compresión es una excelente opción para reducir su tamaño. Esto ayudará a que ocupe menos espacio en tu mochila, dejándote más sitio para otros elementos esenciales. Recuerda que, aunque es importante ahorrar espacio, no debes apretar demasiado el saco, ya que podrías dañar su material y reducir su capacidad aislante.
Llevarlo fuera de la mochila
Si tu saco es pequeño y ligero, otra opción es llevarlo fuera de la mochila, atado a las correas exteriores. De esta manera, tendrás más espacio en el interior para otros artículos más voluminosos. Sin embargo, debes tener en cuenta que el saco estará más expuesto a la lluvia y el polvo, por lo que asegúrate de que esté bien protegido en una funda impermeable.

Junto a la mochila, las botas y los bastones, el saco será indispensable en tu Camino
Llevar un saco de dormir adecuado es esencial para disfrutar de una buena experiencia en el Camino de Santiago. Es importante elegir un saco que se adapte a la temporada y que te proporcione comodidad y calidez durante las noches. Un saco de dormir ligero y compacto facilitará tu recorrido, y además te permitirá descansar bien para seguir adelante con energía. Además, no olvides llevarlo de la manera más eficiente posible para optimizar el espacio y el peso en tu mochila. Recuerda que cada peregrino es diferente, por lo que es importante probar tu saco antes de partir para asegurarte de que es lo que mejor se adapta a tus necesidades. ¡Buen Camino!
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