Desde Esposende, la ruta continúa por el Parque Natural del Litoral Norte, atravesando cordones, playas y dunas. Tras visitar la iglesia de San Bartolomé do Mar, llegarás a la desembocadura del río Neiva, entrando ya en el municipio de Viana do Castelo. Durante el último tramo te alejarás unos kilómetros de la costa para volver a ella en la Playa de Rodanho, adentrándote en una senda forestal. Por último, cruzarás el río por el Puente Eiffel entrando así en la bella ciudad de Viana do Castelo, que posee uno de los centros históricos más bellos y mejor conservados de Portugal.
Lugar de raíces marineras, Viana do Castelo será el lugar perfecto para disfrutar de un buen bacalao, comida muy asociada a la gastronomía lusa. Si callejeas por su centro histórico, llegarás a la Praça da República, donde se puede ver el edificio de la Misericordia y el chafariz (fuente), construidos en el siglo XVI; también en esta plaza, puedes visitar la Casa Consistorial. En cuanto a edificaciones religiosas, como poco deberéis conocer la catedral, de estilo románico, y la Iglesia de la Agonía.
Conocida como la ciudad de la filigrana de oro, Viana do Castelo ofrece además, diversos planes culturales como visitas al Museo del Traje, al Museo del Chocolate, al Museo de Arte y Arqueología, o al Buque Gil Eanes.
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