Camino Francés desde Logroño a Burgos

En esta jornada ponemos rumbo a Atapuerca, una etapa caracterizada por un entorno cambiante con dos partes bien diferenciadas.

El primer tramo, que servirá como calentamiento, discurre a través de los campos de cereal de la estepa castellana. Pero a medida que ganas kilómetros, el paisaje se torna cada vez más montañoso al adentrarte en los solitarios Montes de Oca. A partir de aquí, tendrás por delante un tramo precioso que atraviesa bosques de robles, pinos y brezos hasta llegar a tu fin de etapa. San Juan de Ortega aparecerá ante tus ojos como un oasis en medio del desierto.

San Juan de Ortega es un pequeño pueblo en el que sus apenas 20 habitantes conviven con cientos de peregrinos que enriquecen la cultura y la diversidad del lugar. Como curiosidad, en el interior de su preciosa iglesia se produce el llamado Milagro de la Luz. Dos días al año, en los equinoccios, el sol ilumina durante diez minutos el capitel que representa la escena de la Anunciación.

A pesar de ser un pueblo pequeño, se trata de un lugar mágico para pasar la noche, que conserva una profunda esencia peregrina. En caso de no haber disponibilidad de alojamiento en San Juan de Ortega, pernoctar en Agés o Atapuerca realizando unos pocos kilómetros más.