En un lugar de La Mancha, cuyo nombre… estamos seguros que recordarás, se encuentra la ruta  que todo amante de la historia y la cultura querrá visitar.

Los parajes que componen este recorrido están situados en distintos pueblos y provincias que recorren la comunidad autónoma de Castilla la Mancha. Estos gigantes que nuestro preciado Don Quijote confundió eran antiguamente molinos de agua. Tras la sequía de esta zona en la que están asentados, pasaron a ser de viento. Actualmente, aquellos molinos que han podido ser restaurados se usan para moler grano, otros han pasado a formar parte de la historia en forma de museo. Han sido conservados y dotados de la importancia que merecen gracias a asociaciones que se han dedicado a preservarlos.

Hay muchas rutas que podemos hacer. No obstante, si lo que quieres hacer es un Trayecto Camino de Santiago diferente, este itinerario te supondrá estar más de un día viajando, los molinos están repartidos a distancias considerables pero no lejanas debido a su tamaño y función. Así que deberás tener en cuenta que necesitarás alojamiento. También puedes realizar la ruta en transportes públicos pero te recomendamos (para que puedas tomarte tu tiempo) que la lleves a cabo en coche. ¿Estás preparado para ver de cerca lo que inspiró a Miguel de Cervantes allá por el S. XVII? Aquí te dejamos un resumen del recorrido

Tembleque

Este pueblo descrito por Sancho Panza en la segunda parte del libro posee 3 molinos, los primeros que verás si estás recorriendo la autopista Madrid-Andalucía. Dos de ellos han sido restaurados desde cero sobre los cimientos antiguos en el año 2000 y repuestas sus aspas en el año 2015. Tembleque tuvo en un momento de la historia hasta 6 molinos.

Molinos de Tembleque

Romeral

Posee 4 molinos en muy buen estado, de hecho suele usarse uno de ellos (El pechuga) en la Fiesta de los Molinos para moler. En estas fiestas se llevan a cabo conciertos, bailes, presentaciones corales, desfiles con disfraces e incluso representan teatralmente a Don Quijote.  El más antiguo de los molinos se llama “Crítica” y data del año 1852, cuatro años después se construyó “Los gorrinos”, ambos funcionan actualmente como sala de exposición. Por último, “Muela” sigue siendo una propiedad privada. Además en El Romeral hay dos museos que podrás visitar si quieres conocer su historia a fondo.

Molinos Romeral

Consuegra

Los molinos de este pueblo son los que están en mejor estado de toda España. Contamos 12 en muy buen estado. En el momento de construirse fueron en realidad trece, posados sobre el Cerro Calderico, desde el cual impacta la extensa visión que puedes llegar a tener. Tras el recorrido de los molinos en Consuegra encontrarás el Castillo de la Muela, una antigua fortaleza del S. X de construcción musulmana (el mejor conservado de todo Toledo). Los nombres de los doce “gigantes” que encontrarás aquí son: Bolero(sede de la oficina de turismo) Sancho, Rucio (museo de molinería), Espartero, Mochilas (estos en funcionamiento), Mambrino, Vista Alegre, Cardeño, Alcancía, Chispas, Caballero del Verde Gaban (gastromolino) y Clavileño.

Molinos Consuegra

Herencia

Ubicado en Ciudad Real a la que ir cuando realices el Trayecto Camino de Santiago, cuenta con 7 molinos. El primero en ser construido data de 1790, momento en el cual se construyeron once. Surgieron de la necesidad de abastecer al pueblo de agua reduciendo costes, anteriormente esta llegaba por medio de “La Copa” hasta la “Fuente del caño”, ambos monumentos modernos que puedes visitar. Los nombres de los molinos son: El Ama, La Sobrina, Dulcinea, Maritones, La Dueña Dolorida, La Duquesa y Teresa Panza. De esta lista han sido restaurados los últimos cuatro.

Molino Herencia

Alcázar de San Juan

Ubicados en el cerro San Antón, podrás ver 4 de los 19 molinos originales sumando otros dos de agua. Sus nombres: Rocinante, Barataria, Fierabrás y Barcelona. Dos de estos molinos han sido utilizados como museo, uno como Centro de Interpretación del Paisaje Manchego y otro es la sede de la reconstrucción de una maquinaria de molienda del s. XVI. En este último se realizan moliendas en ocasiones fechadas. El cerro de San Antón también cuenta con la Cueva del polvorín (usada para guardar pólvora) y las Canteras, minas reaprovechadas para celebrar espectáculos.

Molinos Alcázar de San Juan

Campo de Criptana

Sobre la Sierra de los Molinos encontrarás 10, 3 de ellos datan del s. XVI. Declarados un Bien de Interés Cultural, son estos precisamente los que inspiraron a Cervantes para escribir el capítulo número ocho de la primera parte de Don Quijote. Actualmente sólo se conservan Burleta, Infante y Sardinero. Los renovados que pertenecen ya al s. XX son Culebro, Poyatos, Inca Garcilaso, Quimera, Pilón y Lagarto. La visita guiada al interior de los molinos cuesta 3 euros.

Molinos Campo de Criptana

Mota del Cuervo

¡El último sitio del camino! Ubicado en la provincia de Cuenca y conocido por su extensa llanura, el cerro sobre el que los molinos yacen es denominado el Balcón de la Mancha. Siguen en pie solo 7 de los 23 que eran, gracias a la Asociación de Amigos de los Molinos. Son El Gigante, El zurdo (sus aspas giran en el sentido contrario a los demás.) Cervantes, Piqueras, Goethe, Irak y Franz Grillparzer.

Molinos Mota del Cuervo

El Toboso

Si bien habíamos dicho que ya habíamos acabado con el recorrido, queremos añadirte una parada más. Y es que por más que aquí no haya ningún Molino es este un elemento crucial de la ruta. Aquí vivía Dulcinea, la amada de Don Quijote. Su nombre real era Ana Martínez Zarco de Morales, labradora originaria del Toboso. Su casa es ahora un museo que conserva los muebles y objetos intactos. La entrada general cuesta 3 euros y es gratis para los menores de 16 años, pensionistas, desempleados y personas con discapacidad. También te recomendamos que visites el Museo Cervantino que posee varias ediciones del libro en diversos idiomas y con firmas importantes. Una ruta literaria que no podrás perderte.

El Toboso