¿Quién descubrió Santiago?
Según la tradición, el ermitaño Pelayo descubrió la tumba del Apóstol Santiago en el siglo IX, guiado por unas estrellas sobre el cielo que indicaban dicho lugar. Informado el obispo Teodomiro, quien confirma el hallazgo, así como el rey Alfonso II, este monarca ordena construir una iglesia en el lugar, iniciando así la llegada de peregrinos por el Camino de Santiago para visitar y venerar las reliquias apostólicas.